A las 12.00 horas, el Párroco Pbro. Alberto Ruz Vidal, inició la celebración del Domingo de Ramos, con las lecturas, la bendición del agua, y bendición de los ramos con agua e incienso. Luego en procesión, cantando y alabando al Señor, se subió hasta el templo, para dar inicio a la Eucaristía.
En la homilía el sacerdote, se refirió a cómo hoy se hace presente Cristo sufriente, por los desastres naturales de Copiapó, volcán Villarrica, incendios de bosques milenarios. También personas que tienen problemas en sus familias.
Invitó a poner énfasis en la oración (Laudes diarios) y acciones solidarias (colecta por Copiapó), como signo de nuestra fe, en el amor de Jesús que se hizo uno de nosotros en todo, menos en el pecado y fiel al Padre dio su vida por amor. Instó a vivir especialmente esta Semana Santa con entrega de amor, para practicar la fraternidad que Cristo nos invita a vivir.
Nuestra profesión de fe tuvo un realce especial. Los hermanos del Camino Neocatecumenal se acercaron al altar con palmas y nos guiaron en el canto del Credo.
Después de la comunión nuevamente se bendijeron lo ramos, por las personas que no alcanzaron a llegar a la ceremonia previa. Dada la bendición final, concluyó esta solemne celebración.
Fuente: Sylvia Parga, Comunicadora Parroquial
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