Con ocasión de la Fiesta de San Juan María Vianney, Patrono de los Párrocos y de todos los sacerdotes, los integrantes del Clero de Valparaíso: obispos, presbíteros y diáconos, peregrinaron al Santuario de la Purísima de Lo Vásquez para ganar como Clero la Indulgencia Plenaria del Jubileo por el Año de la Misericordia.
La mañana se inició con un café de bienvenida en el Pontificio Seminario Mayor San Rafael de Lo Vásquez, luego tuvieron una meditación de preparación a la Santa Misa y a las 11: 50 iniciaron la Procesión al Santuario, al que ingresaron por la Puerta Santa.
En la celebración jubilar hubo varios signos. Al traspasar la Puerta Santa del Santuario, tanto los diáconos permanentes como los sacerdotes besaron el crucifijo recordando la entrega total que han hecho a él en su ministerio. Luego, avanzaron por el pasillo central del templo mariano y cada uno besó el Evangelio como signo de fidelidad a la revelación de Jesucristo, contenido en las Sagradas Escrituras y en la tradición de la Iglesia.
La Eucaristía fue presidida por Mons. Gonzalo Duarte, Obispo de Valparaíso y en ella también estaban presentes Mons. Javier Prado, Obispo Emérito de Rancagua, sacerdotes, diáconos permanentes, seminaristas, religiosas y fieles.
Este día se recuerda a San Juan María Vianney, presbítero, que durante más de cuarenta años se entregó de una manera admirable al servicio de la parroquia que le fue encomendada en la aldea de Ars, cerca de Belley, en Francia, con una intensa predicación, oración y ejemplos de penitencia. Diariamente catequizaba a niños y adultos, reconciliaba a los arrepentidos y con su ardiente caridad, alimentada en la fuente de la Eucaristía, brilló de tal modo, que difundió sus consejos a lo largo y a lo ancho de toda Europa y con su sabiduría llevó a Dios a muchísimas almas.
Mons. Gonzalo Duarte, inició su homilía recordando que como Clero de la Diócesis de Valparaíso peregrinaron al Santuario de Lo Vásquez para ganar la Indulgencia Plenaria del Jubileo. “Hemos venido aquí para implorar, una vez más para nosotros, la Misericordia del Señor, para implorar un corazón misericordioso, que arranque de nuestro pecho el corazón de piedra y nos ponga un corazón cada vez más parecido al de Jesús y al corazón inmaculado de María”. Además, señaló que peregrinaron este día, por celebrarse a Santo Cura de Ars a quien la Iglesia lo reconoció como santo y lo nombró patrono de los párrocos del mundo y que en el Año Sacerdotal 2009-2010 fue declarado por el Papa Benedicto XVI Patrono de todos los sacerdotes.
Junto a lo anterior, Mons. Duarte reflexionó sobre la falta de sacerdotes para acompañar a las comunidades parroquiales. “En poco tiempo más no habrá párroco para todas las parroquias, ni asesores para todos los movimientos o capellanes para los colegios. Es posible porque no hay vocaciones sacerdotales, en parte por nuestros pecados, por los pecados de sacerdotes; pero en parte también por la debilidad de la fe del pueblo cristiano en la grandeza de la vocación sacerdotal”.
“Nosotros los sacerdotes, diáconos, seminaristas y ustedes hermanas y hermanos fieles laicos, consagrados y consagradas si no nos ponemos en campaña de oración en un tiempo más varias parroquias y comunidades de Iglesia van a ir quedando sin sacerdote. Y los sacerdotes que somos vamos a tener que reemplazar en varios lugares”.
“Actualmente, en el Pontificio Seminario Mayora San Rafael hay 13 seminaristas formándose, de los cuales 12 son diocesanos y uno es del Obispado Castrense. La Diócesis de Valparaíso tiene cerca de 1 millón 200 mil habitantes, de los cuales en el último Censo el 70,44% se reconoció católico. Necesitamos sacerdotes”.
Al finalizar la Eucaristía, los seminaristas, diáconos permanentes, sacerdotes y Obispos se tomaron una fotografía en el frontis del Templo.
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