PUCV organiza octavo congreso “Familia para todos” con un llamado a cuidar la casa común

Con la participación de representantes de universidades e instituciones de todo el país, se realizó el octavo congreso chileno “Familia para todos”, denominado en esta oportunidad “Familia, territorio y espacio público: Cuidemos nuestra casa común”, el cual fue organizado por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso a través de su Programa de Ciencias para la Familia.

Por medio de este encuentro se buscó generar una reflexión centrada fundamentalmente en las políticas públicas sobre familia, materia de especial relevancia en los momentos que vive hoy nuestro país en relación a los escenarios legislativo y pre eleccionario.

Según los organizadores, la familia ha sufrido profundas modificaciones en los últimos años, producto de cambios en el contexto socioeconómico, sociopolítico y sociocultural, cambiando su estructura y procesos de interacción, generando desajustes y reajustes entre los miembros del grupo familiar.

Y agregan que estas transformaciones al interior de la familia plantean, a su vez, nuevas necesidades para la sociedad, la cuales requieren ser satisfechas con políticas públicas, iniciativas de acciones no gubernamentales y pastorales.

El rector Claudio Elórtegui señaló en la ocasión que “como Universidad Católica y Pontificia, la familia es para nosotros un tema de especial sensibilidad, que se ha visto intensificado al interior de nuestra casa de estudio con el nacimiento reciente del Programa de Ciencias para la Familia”.

Profundizando en el contenido del congreso, indicó que “la familia en su interrelación con los movimientos territoriales o de migración de personas, las situaciones que permiten vincularla o afectarla en el espacio público, y la proyección que desde la acción educativa de la familia se hace cargo del problema ecológico, son temas de especial contingencia que han venido para quedarse en nuestra sociedad del siglo XXI. Se trata de las temáticas del presente y del futuro que tenemos que enfrentar y que deberán ser abordadas necesariamente por las generaciones futuras, a quienes legaremos el cuidado de esta casa común. Por ello, nuestra responsabilidad es tan grande, ya que quizás, como nunca antes, y es lo que nos ha recordado recientemente el Papa Francisco, nuestra conducta como seres humanos podría poner en riesgo la pervivencia de nuestro planeta”.

FAMILIA COMO SOPORTE DE LAS RELACIONES

El vicario general de la Diócesis de Valparaíso, Monseñor Leopoldo Núñez, recordó que la familia “posee un valor de soporte de relaciones, que desde los orígenes de la humanidad ha sido el eslabón maestro de los vínculos que se generan entre las personas”.

Asimismo, explicó que a partir de ella “se articula la condición y la posibilidad por la que comienzan a hilvanarse las relaciones que hacen comprender al pequeño ser humano que comienza a desarrollarse, qué significa vivir en sociedad”.

Monseñor Núñez también recordó el llamado hecho por el Papa Francisco de cuidar el planeta, el cual involucra una ecología integral y considera el cultivo de valores a partir del entorno familiar. “La familia es una institución muy importante en el cuidado del espacio común natural, y sobre todo humano (…) También involucra considerar en su dignidad intrínseca a los miembros de la familia humana que conviven habitualmente con nosotros, y entre ellos a los más desprotegidos”, señaló.

Además, hizo un llamado a cuidar la casa común, de manera que “ésta sea motivo de especial preocupación”, y a crear una especial sensibilidad en los más pequeños “por la atención de los hermanos extranjeros que cada vez más llegarán a estas latitudes, en un movimiento migratorio que ha dado las condiciones de movilidad que son posibles en el siglo XXI que definirán, probablemente, la configuración de nuestros pueblos”.

La jornada contó con la realización de dos paneles: “Familia y espacios públicos”, a cargo de los académicos Sergio Canals, Macarena Rojas y Rosa Kornfeld, y “Familia e inmigrantes”, en el que participó la profesora Verónica Cano y el padre Pedro Nahuelcura. Prosiguió la actividad con un posterior trabajo grupal de los participantes, oportunidad en la que se presentaron ideas con la finalidad de generar una propuesta de políticas públicas sobre la familia que será presentada al Senado y a la Cámara de Diputados. Por la tarde, la exposición principal estuvo a cargo de Elisabetta Carrà, profesora invitada de la Università Cattolica del Sacro Cuore de Milán, y la relación de cierre estuvo a cargo del profesor Juan Pablo Faúndez, director del programa de Ciencias para la Familia de la PUCV.

El Dr. Faúndez indicó al concluir que “estamos contentos con el resultado de este encuentro, ya que se está posicionando en nuestra Universidad la reflexión en torno a la familia. Junto a este congreso chileno, estamos dictando en este momento con un alto número de inscritos y excelentes resultados el Diplomado en Ciencias para la Familia. Como Universidad estamos comprometidos con el rol público y colocamos a la familia en primer lugar, en este sentido. Respondemos con esto al llamado del Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, quien nos ha invitado a trabajar con seriedad en esta temática. Como el mismo lo señala, si no hay trabajo sobre la familia, el futuro de la humanidad está en riesgo”.

El encuentro contó con la participación del Centro UC de la Familia (PUC), del Instituto de Ciencias de la Familia (Universidad de los Andes), del Centro de Estudios de Investigación sobre la Familia (Universidad Finis Terra), del Instituto Superior de Ciencias de la Familia (UC de la Santísima Concepción) y del Instituto Berit (Universidad Santo Tomás). A ellos se agregaron delegaciones de la Pastoral Familiar del Arzobispado de Santiago, la Fundación Familias Mundi y la Red por la Vida y la Familia.

Fuente: Juan Pablo Guerra, Dirección General de Vinculación con el Medio PUCV 

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