La pastoral del turismo fomenta precisamente ese sano descanso, y sin duda un espacio para encontrar a Dios. La Iglesia siempre ha prestado especial atención a la pastoral del turismo, del tiempo libre y de las vacaciones, como oportunidades de recuperación, para fortalecer los lazos familiares e interpersonales, levantar el espíritu, disfrutar de las extraordinarias bellezas de la creación y crecer en la humanidad integral. Cada criatura tiene una función y ninguna es superflua.
Todo el universo material es un lenguaje del amor de Dios, de su desmesurado cariño hacia nosotros, el turismo es un vehículo eficaz de valores e ideales cuando ofrece oportunidades y ocasiones para hacer crecer a la persona humana, tanto en su dimensión trascendente, abierta al encuentro con Dios, como en su dimensión terrenal, en particular en el encuentro con las otras personas y en el contacto con la naturaleza.
Que el uso progresivo de la tecnología vaya acompañado de una creciente conciencia de la persona y de la comunidad con respecto al uso respetuoso del medio ambiente para un desarrollo sostenible, y concluimos este mensaje dedicando un saludo especial a los turistas y veraneantes, alentándolos a que el turismo contribuya a glorificar a Dios y a valorar cada vez más la dignidad humana, el conocimiento mutuo, la fraternidad espiritual, el descanso del cuerpo y del alma.
Fuente: Pedro Nahuelcura Vargas, Pbro. Pastoral del Turismo Incami Chile
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