
En la madrugada del martes 20 de septiembre desnocidos ingresaron a la Capilla Nuestra Señora del Rosario de Peñuelas, atentando contra la imagen de la Virgen María, más antigua y querida por la Comunidad de Peñuelas. Para reparar espiritualmente este hecho de violencia se realizó el miércoles 21 de Septiembre a las 19:00 hrs. una Eucaristía de reparación, presidida por el Monseñor Jorge Vega Velasco svd, Obispo de Valparaíso; junto al párroco de la comunidad, padre Sebastián Vásquez; acompañados por el Vicario Ecónomo, padre Andrés Valenzuela, diáconos, sacerdotes y seminaristas.
En el saludo inicial el Obispo invitó a perdonar y orar: “Nos hemos reunido acá en este templo por estas circunstancias de mucho dolor pues este templo, nuestro templo, ha sido vulnerado y se ha profanado la imagen de nuestra madre María y nosotros nos reunimos para pedirle perdón al señor por esta profanación, decirle al señor que tenga misericordia, pedirle perdón en nombre también de aquellos o aquella persona que realizó la profanación, que sea por un lado, una eucaristía de pedirle perdón, pero por otro lado, que sea una eucaristía en la cual pensemos como nosotros también podemos perdonar aquellas personas que hicieron esto”.
En su reflexión final, el obispo expresó su alegría por estar celebrando por primera vez la eucaristía en esta comunidad, pero apenado por las estas circunstancias de dicha celebración. Monseñor Vega se refirió a las palabras que el padre Sebastián Vásquez expresó en su homilía, y manifestó: “Nuestra sociedad está violenta, y ésta violencia va in crescendo, y comienzan lentamente a profanar nuestros templos. Sí, nosotros debemos perdonar, pero no solamente perdonar lo que está pasando en nuestra sociedad, esto nos tiene que hacer pensar ¿cuál es el papel de nosotros, los cristianos, en medio de ellas? Nosotros debemos ser puentes que permitan el reencuentro entre las personas, puentes que permitan perdonarse unos a otros, debemos ser puente de reconciliación, hemos escuchado cómo a veces por los medios de comunicación se humilla, se ofende, se trata mal al otro. Entre los cristianos no puede ser así, ni entre nosotros ni de nosotros para otros. Esto no significa que nosotros no debemos proteger nuestros bienes, pero debemos protegernos, esta vez fue una imagen muy querida, porque es de nuestra madre, pero hay otro tipo de violencia, que no tiene vuelta atrás. Estoy pensando en la violencia contra los seres humanos, los asesinatos que hemos tenido en nuestra ciudad y en otras partes del país, esos que han muerto bajo las balas de otros, y no pueden volver más. Pienso también en el aborto, como violencia tan extrema, nosotros los cristianos hemos hablado por cierto, contra el aborto, porque no hay mayor violencia que matar al ser más indefenso que se encuentra en el vientre de su madre".
Para terminar la celebración, el Obispo recalco que cada cristiano debería reflexionar personal y comunitariamente, en cada una de las comunidades cristianas, cómo trabajar por la Paz y convertirnos en portadores de ella, y de esa manera, vivir juntos el perdón.
(Fuente: Mónica Sierralta, comunicadora parroquial, Parroquia San Pablo, Placilla)
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