- ¿De qué manera podemos vivir este año las orientaciones pastorales que la Vicaría Pastoral ha implementado?
El llamado a trabajar las Orientaciones Pastorales es un camino que comenzó hace un tiempo atrás, ya que tanto la Iglesia chilena como, en nuestro caso, la diocesana, vienen haciendo un recorrido, en la búsqueda de discernir cómo caminar todos juntos hacia el encuentro con Jesucristo vivo.
La Iglesia de Valparaíso iba caminando en una dirección y vino el Papa a indicarnos que debíamos ir por este otro camino, pero en vez de contradecirse, de chocar, de cambiar rumbo, simplemente hizo que se produzca este encuentro con el proyecto de Dios, y ahí uno ve cómo el Espíritu Santo efectivamente nos está hablando, nos está proponiendo vivir estas cinco Orientaciones Pastorales.
La invitación es poder hacer realidad este itinerario de Orientaciones Pastorales porque de esa manera vamos a poder acompañar los distintos procesos que implican ser una iglesia viva, que justamente viva el encuentro con el Señor centrado en la Persona de Jesucristo.
De hecho, toda pastoral tiene que tender a esto, si no nos centramos en la Persona del encuentro con Cristo somos simplemente actores sociales y no lo somos; estamos llamados a un encuentro personal con el Señor.
- En este sentido, el Papa Francisco nos recuerda que la Iglesia no es una ONG…
Claro, tiene que ver con esta dimensión que tantas veces se nos olvida porque nos acostumbramos a realizar una serie de actividades, quedándonos en el Hacer y olvidándonos del Ser. Y las Orientaciones Pastorales justamente vienen a sacarnos de eso.
Además, estamos llamados a ser una iglesia que camina y crece en diálogo, en escuchar todos los consejos pastorales, las asambleas parroquiales y los encuentros pastorales. Sin duda, estas asambleas comunitarias tienen que llevarnos a este camino de diálogo, de sabernos escuchar entre nosotros. Tenemos que ser una iglesia dialogante, no una iglesia encerrada en sí misma, ¿para qué? Para tener mejores relaciones interpersonales ya que muchos de los problemas que se han detectado en el caminar de éstos últimos años tienen que ver con que nos falta conocernos y tener mejores relaciones personales e interpersonales. Y precisamente es por ello que la Iglesia nos invita a hacer este camino sinodal en comunión y en colaboración, para que seamos una Iglesia que sepa comunicar, servir y evangelizar poniendo el acento en saber escuchar y acoger.
Debemos aprender a relacionarnos mutuamente como hermanos en la fe, no como contrincantes, como personas que veamos en el otro al enemigo, al contrario, debemos tener buenas prácticas sobre todo en nuestras relaciones parroquiales, comunitarias y entre las comunidades. Si no empezamos desde ahí, estamos dando un pésimo testimonio.
- ¿Cuál es la invitación a las parroquias?
Nuestro anhelo es que al comenzar este año pastoral en sintonía con el mensaje del Papa y de nuestro Obispo, Monseñor Jorge Vega, podamos tomar estas herramientas, porque son herramientas, las orientaciones son pistas, y trabajarlas. Invitarlos a poner en práctica estas dimensiones en el quehacer de la pastoral en este año que comienza.
- ¿Cuáles son los desafíos que va a tener la pastoral este año?
Hoy en día el gran desafío que tenemos es que tenemos que aprender a escucharnos más, a promover más el diálogo entre nosotros para servir mejor. Todo esto es para servir mejor. Y ciertamente cultivar y fortalecer este diálogo interior que tanta falta nos hace, nos va a permitir un nuevo ministerio y nuevas acciones, ya que ciertas cosas que estábamos acostumbrados a hacer hoy en día ya no resultan porque no responden a las necesidades, ni a lo que la gente busca ni al contexto actual.
- ¿Cuál es la motivación principal en este inicio de año?
Lo que nos motiva a quienes trabajamos o participamos en algún área pastoral es el anuncio de Jesucristo, no puede haber otro motor. Entonces la invitación es a llenarnos de Jesús, de Su Palabra, de la vida espiritual y comunitaria, de los bríos de Dios, para así, entregar en la catequesis, por ejemplo, una mejor catequesis, lo mismo en la animación litúrgica y así en todo el trabajo y actividades que desarrollemos en las distintas comunidades.
Para eso, por ejemplo, el departamento de catequesis ya está organizando para los catequistas un inicio de año con un retiro fuerte en esta línea, al igual que muchas comunidades lo están haciendo en sus propias unidades pastorales. Lo mismo ocurre con los misioneros y los movimientos. O sea, partamos con ese encuentro con Jesucristo como una de las primeras opciones que tenemos este año, para luego ir creciendo en lo demás.
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