Religiosas y Religiosos de varias comunidades presentes en nuestra diócesis, se congregaron en la Iglesia Catedral de Valparaíso para agradecer por el sí que le han dado, al igual que la Virgen María, al Señor.
La Eucaristía fue presidida por Mons. Pedro Ossandón, Administrador Apostólico de la Diócesis de Valparaíso, en ella también estuvo presente el Vicario Episcopal para la Vida Religiosa Padre Jorge Romero, Mons. Gonzalo Duarte, Obispo Emérito de Valparaíso y sacerdotes de congregaciones presentes en nuestra diócesis. Además, había numerosas religiosas, novicias y fieles que quisieron acompañar a las y los religiosas en su día y dar gracias con fuerza por la Vida Religiosa.
En su homilía, Mons. Pedro Ossandón, recordó que la vida religiosa siempre es una invitación a la profesión de fe. “Cada vez que uno ve a una hermana o hermano religioso en sus quehaceres es una invitación para uno de hacernos la pregunta de la fe, ¿por qué ella realiza eso? ¿por qué el hermano religioso consagró en pobreza, obediencia y castidad toda su vida a Dios, a la Iglesia y a la misión? Ustedes siempre motivan la pregunta por la fe y eso es una gracia muy grande porque Jesús nos recuerda que la obra más importante que quiere que realicemos en el nombre de Dios, nuestro Padre, es la obra de la fe, más sólida que el cemento. Gracias por eso. Ustedes participan de la gran misión de Jesucristo que consiste precisamente en darnos el don y la gracia de creer”.
Además, señaló que “ustedes nos recuerdan la misión y vocación que el Señor le entregó a la Santísima Virgen y en ella a toda la Iglesia: su maternidad. Religiosas y religiosos nos recuerdan que por el don de la fe están llamados en Cristo Jesús y unidos todos a la Santísima Virgen María, a transmitir la vida de Dios, y ese es su mayor gozo. Me imagino como pueden recorrer su historia de vida consagrada recordando todas las veces que humildemente y gracias a su testimonio, ustedes han despertado la vida de Dios, han engendrado la vida de Dios en muchas personas. Qué gozo cuando una persona, por su testimonio, descubre que está hecha por amor y para amar. También he sido testigo, sobre todo en los ambientes de mayor dolor, como a ustedes se le produce un gozo profundo de ver y ser testigos de cómo esas personas unidas a la pasión dolorosa de Jesús en la cruz reciben la buena noticia que Cristo ha vencido a la muerte y al pecado”.
Finalizó indicando que “hoy la cultura y la sociedad actual vamos juntos tomando conciencia de la dignidad y la belleza de la mujer y del valor de su participación, protagónica, activa en el servicio del bien común y la transformación social para que seamos una sociedad más justa, fraterna y solidaria. Hoy día la vida consagrada está especialmente invitada a recordar la belleza y la dignidad de la mujer”. Comentó que se ha reunido con la Directiva de Conferre y las ha invitado a participan en el Consejo de Vicarios “para que juntos veamos los desafíos y llamados que el Señor nos hace en esta diócesis, nos vamos a volver a encontrar; gracias también porque participan en el Consejo diocesano de Movimientos Apostólicos y de nuevas comunidades, gracias porque en el Consejo Diocesano de Prevención de Abusos para crear ambientes sanos y seguros hay una religiosa de la Providencia que además es sicóloga. Les invito que todos y todas vayamos participando en la animación pastoral y también en la conducción pastoral junto a su obispo y a la Iglesia de Valparaíso”.
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