Saludo por el Mes de la Familia 2016

Como todos los años, nos encontramos ya en octubre, mes en que se celebra a la familia, regalo tan hermoso para la iglesia y la sociedad.

Pero esta vez, tiene un sabor distinto, motivado por la hermosa e iluminadora exhortación que el Papa nos regaló, y que refleja a la familia en el mundo de hoy, cuyo documento hemos ido reflexionando, ya sea en forma personal, comunitaria o en distintas actividades organizadas para ello.

Su iluminador contenido inspirado en la misericordia, fundamento del Evangelio y por ende de la vida cristiana, nos ha sensibilizado, entusiasmado y ha renovado nuestra convicción de que en la familia debemos fijar nuestra mirada, para que llegue a ser el eje de nuestra pastoral.

Cada año cuando se acerca esta fecha, nos preguntamos qué subsidio o recurso pastoral podemos poner a disposición de las comunidades para apoyar acciones que den realce y convoquen a celebrar este don de Dios que es la familia.

Hoy frente a los nuevos desafíos que tenemos como Iglesia, pensamos que es bueno y hermoso celebrar entre nosotros, pero sería la mejor ofrenda al Dios de la Vida, salir y celebrar “afuera”, con otras familias no importando su estructura o estilo, acercándonos en forma especial a aquellas en que el dolor, en sus distintas formas, ha tocado su puerta.

Vamos con alegría y entusiasmo a su encuentro, inundémonos de decisión y voluntad, al igual como lo hizo el pueblo de Israel al enfrentarse al mar Rojo: confió, dio el primer paso y el mar se abrió.

Con esa misma fe atrevámonos y demos el primer paso, porque si lo hacemos motivados por una decisión de amar, la puerta se abrirá, no solo la de la casa, también se abrirán las puertas del corazón de los visitados.

En el momento del encuentro, debemos estar conscientes que ellos son los importantes, nosotros fuentes de escucha y ternura, gestos que irán forjando la confianza, el acercamiento, lo que dará paso a la intimidad.

Seguramente como resultado de esta visita nacerán o se fortalecerán vínculos, pilar fundamental para que nuestra pastoral dirigida a la familia sea fecunda.

Cabe hacer notar que frente a la urgente necesidad de acompañar a la familia, la tarea no solo es de los agentes de pastoral familiar, sino que es misión de todos como Iglesia.

Los invitamos a orar en este mes por todas las familias, para cada una sea escuela de misericordia.

¡¡¡ Feliz mes de la Familia !!!

Comisión de Pastoral Familiar

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