A pesar de la fría mañana que había en Villa Alemana este sábado, ello no fue impedimento para que muchos fieles acompañaran a las Hermanas de la Congregación Siervas del Espíritu Santo de Perpetua Adoración en la bendición y consagración del Templo y Altar del Convento Corazón Eucarístico de Jesús ubicado en Calle Asunción 450 en Villa Alemana.
La ceremonia que fue presidida por Mons. Gonzalo Duarte, Obispo de Valparaíso, contó con la presencia de sacerdotes, diáconos permanentes, religiosas, seminaristas y fieles de la comunidad.
Durante la Eucaristía, hubo varios momentos significativos: la apertura del Templo e ingreso de todos los presentes, bendición y aspersión con agua bendita, la colocación de las reliquias de los santos a los pies del altar, la letanía de los santos, unción del altar, incensación de la nave central de la Iglesia y del pueblo de Dios, revestimiento del altar y su iluminación. Tras dar la bendición final, las hermanas, el Padre Roberto Pinto, párroco de la Parroquia San Felipe Neri de Villa Alemana y Mons. Gonzalo Duarte ingresaron al convento para bendecirlo mientras los demás permanecían en Adoración.
En su Homilía, Mons. Gonzalo Duarte recordó que cada uno de los bautizados, es Templo de Cristo. “El día de nuestro bautismo la Iglesia derramó el agua sobre nosotros, del mismo modo como hemos ido bendiciendo con el agua los muros del templo y del altar; y, fuimos hechos hijos e hijas de Dios, hijos e hijas de la madre Iglesia para constituir un cuerpo de hermanos y hermanas. También ese día de nuestro nacimiento a la fe fuimos consagrados, ungidos con el santo crisma. En un momento más vamos a hacer lo mismos con los muros de este templo y del altar. Por lo tanto, tenemos conciencia que nosotros somos el primer templo de Dios; el primer templo de Jesús, el templo que el Señor mira con más amor. Nosotros que somos templo de Cristo, tenemos que amarnos, cuidarnos, respetarnos como templo de Cristo que somos. Tenemos que respetarnos y respetar a las demás personas. Tenemos que poner nuestro cuerpo, nuestra persona entera al servicio del Señor y de los demás hermanos”.
“El templo es solo un signo, un signo que necesitamos. Por eso me alegro que hoy podamos dedicar este Templo, es decir, entregárselo al Señor y a la comunidad; y, podamos consagrar este altar que representará a Jesucristo, Sumo y Eterno sacerdote”.
Al finalizar la Santa Misa, la hermana Teresita, Superiora de la Comunidad, agradeció a todos los presentes y también a quienes contribuyeron en estos diez años a que fuera posible la construcción de este Convento y Santuario de Adoración a la Eucaristía.
Un poco de Historia
El 2 de febrero del año 2002 arribaron a nuestra ciudad las Hermanas María Socorro y María Teresita, para conocer y discernir una nueva Fundación, invitadas por Mons. Gonzalo Duarte, Obispo de Valparaíso. Después de las deliberaciones de la Congregación, el 15 de abril del año 2005 llegaron para quedarse las Hermanas María Teresita y Luz María, quienes comenzaron a vivir en un pequeño departamento.
Posteriormente, el 26 de julio del año 2006 se inauguró la Capilla y la casa ubicada en calle Santiago 964 y ahora después de diez años se inauguró el Convento en la Calle Asunción 450 en Villa Alemana.
Hoy esta comunidad acoge a la hermana María Teresita, Superiora; hermana María Bernarda, hermana Luz María, hermana María Nazarena y hermana María Milena.
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