El domingo 13 de septiembre en la Parroquia de San Miguel de Viña del Mar, se celebró Fiestas Patrias con un pie de cueca y música folclórica en las misas de 10.30 horas tanto en la Capilla Santa María como en el Templo Parroquial.
Compartimos las fotografías de dichas actividades, más la homilía para aquel día:
1.- En el evangelio de hoy aparece claramente cuál es la identidad de Jesús: El es el Mesías, enviado a hacer presente el Reino de su Padre. De ahí la pregunta a los testigos privilegiados de su ministerio. La respuesta de Pedro es válida, no así su actitud, ya que él piensa como los hombres, de una manera carnal.
Marcos había ya indicado en los capítulos anteriores cuál era la identidad de Jesús y su misión. Pero ahora empieza a revelar el sentido de su misión: la entrega hasta la muerte en cruz por obediencia al Padre. Por eso decide ir a Jerusalén para cumplir con lo que el Padre le ha ordenado. Pedro no entiende y se convierte en el primer escollo que tiene que enfrentar Jesús. Por eso es llamado “Satanás”, el que estorba, el que se interpone y no deja caminar, el adversario de Dios, que se opone a sus planes. Su lugar es ir detrás de Jesús, no delante, porque estorba.
2.-Con motivo de este incidente comienza Jesús la instrucción a los discípulos sobre el camino de la cruz. No es la única instrucción, sino la primera. Aquí está exigiendo lo que acabamos de escuchar. Resumiendo, para ser discípulo hay que: – ponerse detrás del Señor, ya que uno no es Maestro. –renunciar a sí mismo, es decir, romper con lo más propio. – cargar con la propia cruz, es decir, soportar las persecuciones y desprecios por optar por Jesús.
En esta lección de discipulado se nos da a conocer la lógica de Jesús: hay que perder para ganar.
Es imposible ser discípulo de Jesús si no hay un cambio de mentalidad. Hay que pensar como Jesús, como Dios y no como hombre.
3.- He aquí que topamos algo medular. No es la única vez que se habla del cambio de mentalidad. Lo encontramos aquí, pero también en Romanos 12,1-2; Efesios 4,23. Lo que da a entender que para ser discípulo no basta con un despojo de lo material o un cambio de conducta. Es necesario un cambio de mentalidad. Pasar de una mentalidad cuantitativa (=el hombre vale por lo que tiene) a una mentalidad cualitativa (=el hombre vale por lo que es).
Pedro y sus compañeros, al tener una mentalidad carnal valoran sólo el poder, el tener. Así, como aparece en otros pasajes, discuten sobre quién va a ocupar el puesto principal en el Reino. La lección que les da Jesús a los discípulos es dura. Lo es también para nosotros.
4.- Tenemos que aprender a correr la suerte de Jesús. El, como verdadero Servidor de Dios, cargó con el sufrimiento, el dolor, el rechazo. El supo cargar con su cruz. También nosotros debemos saber cargar con nuestra cruz.
Nunca ha sido fácil ser cristiano, menos ahora, cuando los poderes de este mundo, los poderosos de la prensa mienten y tergiversan la noticia para enlodar a la Iglesia.
Estamos en el mes de la Patria. Urge un cambio; en nosotros, en el país, en Chile. Urge cambiar la mentalidad consumista y carnal, que tanto daño ha hecho al pueblo. Hace falta vivir más una cultura de la inclusión, de la solidaridad y el servicio. Eso quiere el Señor, eso queremos para Chile.
Fuente: Comunicaciones Parroquia San Miguel
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