El obispo de Valparaíso, Mons. Gonzalo Duarte, lamentó mucho la violencia que se registró en la jornada en la ciudad y que terminó con la vida del guardia de un edificio municipal, don Eduardo Lara, a consecuencia del fuego provocado por ataque incendiario.
“Esta violencia la hemos visto todos los años, y cada año se endurece aún más. Los chilenos tenemos la capacidad de entendernos por medios racionales, por la vía del diálogo. Sin embargo, estos hechos solo causan daño, como el que se ha provocado esta vez a la familia de un modesto empleado municipal que dio su vida cumpliendo su servicio”.
El obispo agradeció que no haya habido más pérdidas de vidas humanas, considerando el nivel de agresividad y destrucción.
Respecto de la situación en la catedral de Valparaíso y dependencias anexas, Mons. Duarte informó que hay algunos daños en parte de las propiedades del Obispado, pero nada en comparación con la pérdida de una vida humana y los cuantiosos daños a familias que trabajan.
En la catedral de Valparaíso no se celebrará misa este Domingo.
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