El miércoles recién pasado a primeras horas de la madrugada y mientras regresaba al Hogar del Migrante ubicado al costado del templo Parroquial Inmaculado Corazón de María, luego de una ardua jornada laboral, objeto de un asalto, fue asesinado Alfredo Paul, inmigrante Haitiano.
Los familiares y amigos de Alfredo, acordaron que sus restos descansaran en la ciudad. ¿La razón? el excesivo importe para repatriarlo.
Por lo anterior, los cercanos a la víctima luego de los informes tanatológicos y por orden de la fiscalía se retiró el cuerpo para darle cristiana sepultura. En ese contexto el domingo 2 de octubre con una Parroquia repleta de Migrantes, religiosas, y comunidad local se realizó la misa de funeral del joven de 36 años. La misa fue presidida por el Obispo de Valparaíso, Mons. Gonzalo Duarte García de Cortázar, concelebrada por el Párroco de los Migrantes y Director del Dpto. de Movilidad Humana del Obispado de Valparaíso, padre Pedro Nahuelcura, además del padre Oscar Zamora.
Migrantes afectados
El hecho, que continúa siendo investigado, ha conmovido en gran manera al resto de los inmigrantes. A tal punto, que estos días no han podido ir a trabajar. “Nos ha dolido profundamente porque es penoso ver que un migrante haya sido víctima de la ola de delincuencia que hay en Valparaíso. Por eso, los demás que están en la casa no fueron a trabajar. Toda la comunidad migrante que reside en la ciudad está afectada porque muchos de ellos pasaron por esta casa y al ver la noticia les dio profunda tristeza”, declaró Pedro Nahuelcura.
Para evitar que este lamentable episodio se vuelva a repetir, los voluntarios que colaboran en la casa han reforzado las medidas. “Nosotros siempre les hemos advertido (a los migrantes) que éste es un barrio complicado y que en estos últimos meses han asesinado cinco personas en las calles Pedro Montt, Uruguay y Chacabuco. El barrio es violento y por eso no los dejamos andar solos, siempre acompañados y los que trabajan de noche que empiecen a dejarlos en vehículos hasta la misma casa”, manifestó el sacerdote.
Además, dijo “la muerte de nuestro hermano Alfredo no puede ser una más, debe ser la ocasión para que todas las autoridades hagan todo lo posible para que no se vuelva a repetir, nadie tiene el derecho de quitar la vida a nadie”, concluyó.
Los restos de Alfredo Paul descansan en el Cementerio n° 3 de Playa Ancha, hasta donde fue acompañado por numerosas personas tanto migrantes como vecinos del barrio Almendral.
Fuente: Dpto. Movilidad Humana Obispado de Valparaíso
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