Semana Santa en Parroquia de San Miguel

Iniciaron las celebraciones de Semana Santa con Domingo de Ramos, tanto en el templo Parroquial como en la Capilla Santa María. Para luego continuar el martes Santo, con una celebración penitencial a las 19.30 hrs.

Mientras que el Miércoles Santo, se participó en la Misa de Óleos en la Catedral de Valparaíso; y el Jueves Santo la comunidad parroquial y dirigentes vecinales participamos en Misa de la Cena del Señor, para esta ocasión se traen ofrendas para la ayuda fraterna como pañales de adultos y útiles de aseo en general, más la entrega de las Cajas de Cuaresma. Finaliza ese día, con la Adoración al Santísimo (con la participación de todas las fraternidades que participan en la parroquia).

El Viernes Santo, se realiza un retiro espiritual que lo dirige el Padre Pastor Salvo Beas, párroco de San Miguel. Mientras que, en la tarde de este mismo día, se celebra solemnemente la Pasión del Señor con el Vía Crucis. La Vigilia Pascual se hace tanto en el Templo Parroquial como en la Capilla Santa María.

El domingo de Pascua, la Eucaristía se ofició en los horarios habituales, tanto en el templo Parroquial como en la Capilla Santa María. Cabe destacar que en la Eucaristía de las 12.00 horas se contó con la presentación de los coros Viña del Mar y Valle Hermoso que deleitaron a la comunidad parroquial con su música tradicional y festiva.

Finalmente, les compartimos la homilía del Padre Pastor que nos dirigió y compartió en la Eucaristía de las 12.00 horas del Domingo de Pascua.

Domingo de Pascua

Hechos 10,34.37-43: Kerigma de Pedro: Cristo ha resucitado, según las Escrituras. Es el fundamento de la fe cristiana. Es el acontecimiento-síntesis que ilumina todo el misterio de Cristo. Y de esto da testimonio Pedro y los Apóstoles, testigos cualificados-escogidos de antemano.

Colosenses 3,1-4: al cristiano se le exige una vida nueva, ya que está incorporado a Cristo resucitado por el bautismo.

Juan 20,1-9: la resurrección viene a ser la pieza-clave que le da sentido no sólo a la de Cristo, sino a toda la vida cristiana.

1.- ¡Cristo ha resucitado! El gran anuncio gozoso que nos dan los Apóstoles…y nosotros, a pesar de la distancia en el tiempo, creemos. Les creemos a ellos, le creemos a Dios, capaz de dar la vida allí donde no la hay. Nosotros tenemos Fe, estamos convencidos, a pesar del contexto de muerte que impera en todo el mundo y en nuestra sociedad. No. Cristo vive y es vencedor de la muerte. Creemos esto porque le creemos a Dios, le creemos a los Apóstoles. Si no fuera así no tendría sentido todo lo que hacemos. No tendría sentido el ser bautizados, el haber celebrado los sacramentos, el estar aquí. No tendrían sentido todos los esfuerzos que hacemos por superar las dificultades de la vida.

2.- Porque nosotros fuimos injertados en la muerte y resurrección de Jesucristo se nos pide desde ya una vida de resucitados. El Apóstol exhorta: “busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado”. Desgraciadamente la cultura pagana imperante nos hace buscar sólo lo de la tierra. Lo malo no es que sea de la tierra, sino porque es sólo lo de la tierra, excluyendo de nuestro horizonte lo espiritual, lo eterno. Y un horizonte no espiritual hace chata la vida. Si aspiramos sólo a lo material quedamos cortos. Conozco gente que ha tenido logros financieros, prosperidad económica, pero no son felices, porque perdieron en su horizonte lo eterno, lo espiritual.

3.- Porque Jesús resucitó Él es el Señor, y no hay otro. Porque Jesús resucitó le encontramos sentido a toda la vida de Cristo, porque la contemplamos con ojos de fe. Sin fe la vida de Cristo es una más dentro de la historia y así la ven hoy algunos sabiondos, pero quedan cortos, no alcanzan a captar lo que nosotros captamos por la fe. Hoy la TV y otros medios pretenden hacernos creer que todo es un puro cuento. Pero no es así.

4.- Por eso, hermanos, demostremos con nuestra vida que Cristo vive, demostremos con una vida diferente, santa, que la resurrección es verdad. Un cristiano esclavizado en sus vicios hace de la resurrección un mito, una mentira. Por eso, si en verdad creemos en el Resucitado vivámoslo.

La comunión es la participación en el Pan de vida, en Cristo vida del mundo. Si comemos de este Pan sagrado el Señor nos garantiza vida plena, vida nueva. Celebremos nuestra Pascua.

Hermano Pastor Salvo Beas 

Fuente: Equipo Comunicaciones Parroquia San Miguel

 

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