Mucha fraternidad y alegría fue la tónica del encuentro de Obispos eméritos en la Parroquia Nuestra Señora de Dolores de Viña del Mar al mediodía del lunes 25 de septiembre. Primero tuvieron una reunión en la que compartieron entre otros temas sobre la visita del Papa Francisco a nuestro país, rezaron sextas en la Capilla del Santísimo de esta parroquia y concluyeron con un almuerzo.
En esta oportunidad participaron doce obispos eméritos: Cardenal Jorge Medina Estévez, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Mons. Luis Gleisner, Mons. Alberto Jara, Mons. Bernardino Piñera, Mons. Rafael de la Barra, Mons. Gaspar Quintana, Mons. Enrique Troncoso, Mons. Miguel Caviedes, Mons. Sixto Parzinger, Mons. Javier Prado y Mons. Pablo Lizama.
Mons. Javier Prado, Obispo Emérito de Rancagua, que colabora hace años en la Diócesis de Valparaíso y de la que fuera Obispo Auxiliar entre los años 1988 y 1993, fue el anfitrión en esta oportunidad. “Nos reunimos hace unos siete u ocho años un par de veces al año. La primera reunión de este año fue en Rancagua. El objetivo es fraternizar, rezamos un rato juntos, conversamos algún tema importante, ahora fue la visita del Papa Francisco y algunas inquietudes de algunos obispos eméritos respecto a su posibilidad de ayudar más en actividades a nivel de la Conferencia Episcopal de Chile. Mons. Jara forma parte de una Comisión de tres obispos todos diocesanos y un emérito sobre los obispos eméritos. Tiene un proyecto que lo ha presentado al Comité Permanente y está a la espera que se resuelva algo sobre ese ofrecimiento”.
Cabe destacar que cuando un obispo en ejercicio cumple 75 años de edad debe presentar su renuncia al Santo Padre y una vez que es aceptada, es denominado emérito.
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