“¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo? Esta pregunta no afecta sólo al ambiente de manera aislada, porque no se puede plantear la cuestión de modo fragmentario. Cuando nos interrogamos por el mundo que queremos dejar, entendemos sobre todo su orientación general, su sentido, sus valores. Si no está latiendo esta pregunta de fondo, no creo que nuestras preocupaciones ecológicas puedan lograr efectos importantes” con esta frase nos interpela el Papa Francisco en su Encíclica Laudato Si’.
Ésta y otras temáticas planteó Adriana Curaqueo Alarcón Teóloga y Coordinadora del Centro Misionero de San Columbano la mañana del sábano 27 de noviembre en el VII Congreso Misionero que se realizó en el Colegio Seminario San Rafael de Viña del Mar y en el que se profundizó el llamado de nuestra Iglesia a cuidar nuestra casa común a la luz de la Encíclica del Santo Padre “Laudato si’.
La mañana se inició con la oración y continuó con un trabajo grupal en el que los asistentes compartieron las preguntas: ¿Qué entiende por Ecología? y ¿Qué problemas ecológicos veo en mi país, mi región y en mi entorno? Al regreso al salón, la Teóloga Adriana Curaqueo presentó la Encíclica Laudato si’, analizando su centralidad y motivando a que cada uno de nosotros debemos hacernos cargo de cuidar el medio ambiente.
Por la tarde, se abordó la temática de la Cultura del descarte por medio de un panel que estuvo integrado por María Elvira Sánchez, quien colabora en la Pastoral del Adulto Mayor de Caritas Valparaíso, Dariste Jean Jourdan, sociólogo haitiano, quien está en nuestro país hace 11 meses, y Luis Alvarado, Kinesiólogo, Coordinador de la Pastoral PUCV. Cada uno habló desde su área sobre la cultura del descarte.
El VII Congreso Misionero concluyó con la presentación de los desafíos pastorales que esta encíclica nos plantea para nuestra diócesis. Adriana Curaqueo señaló que esta encíclica puede ser abordada desde muchas partes, pero desde la mirada del Papa Francisco el objetivo es la conversión ecológica. “Nosotros tenemos que empezar a comprometernos en las luchas medioambientales. Primero interiorizarnos en los proyectos medio ambientales existentes, cuáles son los problemas que los afecta, cuáles son sus causas. Es importante ser cristianos y cristianas con una mirada crítica”. También planteó el desafío de la conversión comunitaria. “Necesitamos que en la comunidad se hable de este tema y veamos en qué colaboro como cristiano para que el planeta no siga destruyéndose. Debemos sentirnos parte de esta tierra. Hay un desafío comunitario”.
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