Acompañado de la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora de la Esperanza, el Padre Paulo Lizama Silva, asumió como su nuevo párroco este domingo 18 de marzo.
En la Eucaristía estaban presentes Mons. Gonzalo Duarte, Obispo de Valparaíso; Mons. Javier Prado, Obispo emérito de Rancagua; su hermano el padre Felipe Lizama, párroco de la Parroquia Nuestra Señora de los Desamparados de Quillota, su familia, jóvenes de la Pastoral Juvenil Diocesana de la que es su Asesor.
También lo acompañaron agentes pastorales de las comunidades donde ha servido en Achupallas y Playa Ancha, y feligreses de su nueva comunidad parroquial.
Al inició de la Misa, Mons. Gonzalo Duarte le pidió a la comunidad que oren por las vocaciones y que acogieran con cariño a su nuevo párroco. Además, agradeció al Padre Pedro Zúñiga quien fue su Administrador Parroquial y a la Congregación Hijos de Santa María Inmaculada que sirvió durante muchos años en esa comunidad.
En su homilía, Mons. Duarte reflexionó sobre el tiempo litúrgico que estamos viviendo y cómo debemos prepararnos para la Fiesta de la Pascua. “Debemos leer la Palabra del Señor todos los días, descubrir al Señor en su Palabra, en la Eucaristía, en la presencia cercana de los hermanos y hermanas más necesitados”. Luego, el padre Paulo Lizama hizo su Profesión de fe y Juramento de Fidelidad a la Iglesia.
Al finalizar la Eucaristía, el nuevo párroco agradeció al Señor, a su familia, a Mons. Gonzalo Duarte, Mons. Javier Prado, hermanos sacerdotes, amigos, a los testigos de la obra que Dios va haciendo de nosotros, a las comunidades que le ha tocado servir: Achupallas y Playa Ancha, jóvenes de la Pastoral Juvenil. “Con alegría recibí el nombramiento como párroco de aquí. Feliz para servir y que nos conozcamos en este caminar. Encomendémonos a la Virgen de Nuestra Señora de La Esperanza. Pidámosle al Señor que podamos ser signos de esperanza para los demás”.
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