Para realzar esta ceremonia estaban presentes otras comunidades de Madrugadores de la diócesis de Valparaíso, entre ellas: Achupallas, Reñaca Alto, Casablanca, Quilpué, Villa Alemana / Peña Blanca, Limache Lourdes y Quillota. Posteriormente a la Eucaristía, los participantes disfrutaron de un desayuno de camaradería o Comunidad de Corazones donde en lo general se discutieron temas relacionados con nuestro apostolado, experiencias y de la actualidad nacional en referencia con la situación de la Iglesia.
El anfitrión dio la bienvenida a las diferentes comunidades presentes y agradeció su presencia. Por otra parte, se dio a conocer el trabajo apostólico desarrollado por la Comunidad de Madrugadores de Limache Viejo para el bien de la comunidad parroquial y organismos, tal como: Asistencia a Asilo de ancianos, Familias o personas en situación de pobreza y/o deficiencia de salud. Asimismo, el apoyo incondicional a la Comunidad Parroquial siendo parte del Consejo Parroquial y/o en las diferentes actividades realizadas, siendo lo más importante la reactivación de la Capilla San José de Lo Gamboa en donde la Comunidad reaccionó muy positivamente agradeciendo que nuevamente dicho templo vuelva a la normalidad en sus actividades de iglesia, habiéndose ya efectuado Misas, un bautizo, resaltando la misa a la chilena realizada en septiembre con gran éxito y expectación.
Debido a la positiva respuesta de la comunidad ya se pueden celebrar todo tipo de ceremonias religiosas y la comunidad vuelve poco a poco a la normalidad, lo que sin duda es un gran logro en los tiempos actuales que vive nuestra Iglesia, misionar y lograr encantar para que los que pensaron en irse, y así vuelvan al Señor a través de su palabra. Se agradece al padre Jimmy la confianza depositada en los Madrugadores de la Comunidad de Limache Viejo para que la capilla de Lo Gamboa volviera a cumplir con su labor comunitaria de llevar la palabra a todos y cada uno de sus integrantes y visitantes.
Por otra parte, las comunidades asistentes agradecieron la invitación e indicaron que ellos también han cumplido labores similares ya sea a nivel Parroquial como en salida con ayuda a gente en situación de calle, comedores abiertos, ministros de la eucaristía, etc. Complementando lo anterior también se indicó de las madrugadas efectuadas fuera de la comunidad de origen, como ha sido: Cristo Redentor, Templo Votivo de Maipú, Virgen de la Inmaculada Concepción del Cerro San Cristóbal, Aniversarios de Comunidades, Encuentro Internacional de Chillan, Costa Rica, etc. , y encuentro Regional de Madrugadores de Santiago y de la Diócesis de Valparaíso, con nuestro obispo Diocesano y Madrugador Monseñor Pedro Ossandón, lo que significó un hito para las comunidades de Madrugadores de la Diócesis de Valparaíso, demostrando unión y camaradería y el fuerte propósito de cumplir con la misión de los Madrugadores, independiente de su ubicación y particular situación, cumpliéndose a cabalidad lo que implica una MADRUGADA; La MISA, La MESA y el MUNDO.
Orlando Valle del Comité Diocesano de las Comunidades de Madrugadores de la Diócesis de Valparaíso, explicó primeramente la función que cumple el comité diocesano, siendo ésta la de organizar y coordinar eventos entre las comunidades de la diócesis de Valparaíso y eventualmente con otras diócesis. Como ejemplo la reunión de todas las comunidades de madrugadores de la diócesis de Valparaíso con el Señor Obispo. También dio a conocer las proposiciones de eventos para lo que resta del año en curso y próximo para que los Coordinadores lo hagan saber en sus comunidades y próximamente se pueda disponer de común acuerdo de un calendario general de actividades. Se hizo presente que el Comité solamente propone actividades a través de los respectivos coordinadores y de común acuerdo de todas las comunidades, se toma la decisión, o sea se trata de una gestión netamente de servicio.
Finalmente, como tema latente, fue analizado en forma general la situación actual de la Iglesia Chilena, teniendo presente la importancia que tiene el Laico dentro de la IGLESIA. Consecuente con lo indicado es de suma importancia destacar cual es la función de “LA VOCACIÓN LAICAL MISIONERA… DENTRO DE UN CARISMA O UNA ESPIRITUALIDAD CONCRETA”. Como LAICOS MISIONEROS se puede entender que:
“Sacerdotes, religiosos y laicos formamos una misma y única Iglesia. Todos, radicalmente, tenemos la misma dignidad de hijos de Dios. A todos se nos confía la hermosa tarea de anunciar el Evangelio a todas las gentes y en todos los lugares de la tierra”. Por eso, si realmente nos lo creemos, es importante la presencia, participación y colaboración de laicos, y de laicos misioneros, para transmitir una iglesia de ministerios, donde todos somos miembros activos, en el anuncio del Evangelio. Creemos que es importante en la evangelización esa identidad específica laical, no como contraposición a la identidad religiosa, sino como complementaria.
Es importante que los sacerdotes y religiosos reconozcan la vocación laical misionera como fruto del Espíritu que inspira los nuevos tiempos. Y sobre todo abrirse a ella no como una amenaza, sino como una riqueza, cada uno desde su realidad, trabajando juntos por el Reino de Dios, con la misma responsabilidad desde los compromisos adquiridos por cada uno.
Desde nuestra realidad de laicos estamos llamados a transformar el mundo, fundamentalmente desde los hechos, desde nuestra vida. Las palabras son importantes, pero sólo pueden explicar o dar sentido a lo que hacemos, a lo que somos. Esta es nuestra vocación.
Para nosotros, el crear raíces es consustancial con nuestra esencia laical; nuestra presencia crea lazos y asienta a la humanidad en esta tierra a través de la familia, amigos, trabajo, fe, compromisos sociales…
Y todo esto, y más, configura el existir cotidiano del laico en las distintas sociedades y culturas que habitan la tierra…Desde nuestra vocación cristiana cuando hablamos de misión “Ad Gentes” pensamos en aquellos pueblos que no han recibido el evangelio, que la semilla lanzada por el Espíritu no ha florecido suficientemente, y también hablamos de pueblos empobrecidos, excluidos del carro de este mundo, abandonados.
En medio de ellos queremos que haya Vida, y Vida en abundancia. Vida de la buena. La llegada del evangelio, el anuncio de Jesús quiere transformar, revolucionar todo empezando por la persona, pero concretándose en el día a día: en las relaciones familiares y de amigos, en el trabajo, en la sociedad, en la Iglesia…y es ahí donde queremos aportar nuestro granito de arena, cada misionero desde su vocación de padre, hermano, hermana o laico. El Papa Francisco en su carta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile de mayo de 2018, nos indica que” Con ustedes se podrán dar pasos necesarios para una renovación y conversión eclesial que sea sana y a largo plazo. Con ustedes se podrá generar la transformación necesaria que tanto se necesita. Sin ustedes no se puede hacer nada. Exhorto a todo el Santo Pueblo fiel de Dios que vive en Chile a no tener miedo de involucrarse y caminar impulsado por el Espíritu en la búsqueda de una Iglesia cada día más sinodal, profética y esperanzadora menos abusiva porque sabe poner a Jesús en el centro, en el hambriento, en el preso, en el migrante, en el abusado. Cerrar los ojos ante el prójimo nos convierte también ciegos ante Dios.
Por eso es importante el trabajo coordinado de la comunidad apostólica, padres, hermanos, hermanas y laicos, para aprovechar mejor las fuerzas y dar una imagen creíble de esa iglesia ministerial, no piramidal. Y por eso mismo tampoco tiene mucho sentido que los laicos o los religiosos se cierren y no quieran tener momentos de encuentros, o que no cuenten los unos con los otros a la hora de planificar trabajos y actividades, pensamos que es mejor sumar esfuerzos que no dividirlos.
Queremos construir Iglesia, una Iglesia nueva:
– Una Iglesia ministerial donde el laico esté en su sitio, responsable de su fe, de su comunidad
– Creando comunidad de comunidades, con todos y cada uno, miembros vivos e indispensables de la comunidad, conocidos por sus nombres, que comparten la vida y donde se les cuestiona y exige por su estilo de vida, por su ser cristiano, porque en su vida hagan presente esta nueva fe que han abrazado.
Fuente: Carlos Arias: Coordinador Comunidad de Madrugadores de Limache Viejo. Coordinador de Comunicadores Parroquiales, Decanato de La Santa Cruz del Valle
Visto 40 veces, 1 vistas hoy