Querido Pueblo de Dios que peregrina en la Diócesis de Valparaíso,
“Oren siempre, sin desanimarse jamás” Jesús.
Les escribo desde el Santuario de Nuestra Madre, la Inmaculada Concepción de Lo Vásquez, rogando junto a los peregrinos, por nuestro querido y tan sufrido país. La Purísima mira con ojos de Madre y Maestra la tragedia que padece Chile en estos dramáticos días de violencia y dolor. Ella nos vuelve a dar el mejor de los consejos: “Hagan lo que Él les diga” y el Señor Jesús nos dijo ayer en la celebración de la Eucaristía, “Oren siempre, sin desanimarse jamás”.
He hablado con muchos sacerdotes en estos días para darles las gracias por su solicitud pastoral con los fieles del Señor, preguntarles en detalle cómo se encuentran sus comunidades y vecinos y compartir juntos qué nos quiere decir el Señor en esta dramática situación que nos aqueja. Coincidimos en renovar la gracia de nuestro ministerio en la oración y en la profesión de fe, en la urgente y sincera unidad fraterna, todo para la misión evangelizadora de la Palabra de Dios que nos hace trabajar en la urgencia de la Caridad de Cristo. Reconocemos también un clamor de justicia social por las graves inequidades y desamparo de tantos empobrecidos a causa de nuestro egoísmo e indiferencia. Y por supuesto, no apoyamos la violencia que nada resuelve y que empeora dramáticamente las condiciones que acentúan las injusticias sociales. Al respecto nos dice el Papa Francisco: “La violencia llama a la violencia, la destrucción aumenta la fractura y separación. La violencia termina volviendo mentirosa la causa más justa”. Rezamos sin jamás bajar los brazos, como veíamos ayer a Moisés, por la paz de Chile. La paz que es fruto de la justicia y de la unidad.
Los sacerdotes de la Diócesis de Valparaíso, junto a sus comunidades, han organizado tiempos fuertes de oración ante el Santísimo Sacramento, con la oración comunitaria del Santo Rosario, espacios de encuentro para revisar con la Palabra de Dios nuestra vida personal, social y familiar. Y, por supuesto, una profunda renovación de la importancia de la Eucaristía que nos lleva a la misión solidaria y a la colaboración para el diálogo entre todos los actores de nuestra sociedad.
Quiero agradecer al P. Dietrich Lorenz, quien, junto a su comunidad parroquial, se dedicaron a limpiar, ordenar y proteger nuestra querida Catedral de Valparaíso, la que sufrió daños de consideración el día sábado 19 de octubre de 2019. Con ellos y con todos los seminaristas de nuestro Seminario San Rafael, celebramos ayer domingo en la Capilla de la Catedral, la Misa a las 11 de la mañana, orando por toda la comunidad eclesial de la Diócesis de Valparaíso y por la V Región y por Chile. Pedimos con fe por la justicia y la paz en todo el país. También rezamos y dimos gracias por todas las autoridades, organismos regionales y servidores públicos, quienes junto a la inmensa mayoría de ciudadanos han entregado con sacrificio y un profundo espíritu de servicio todo lo necesario para proteger la vida y restablecer el orden para fortalecer la convivencia pacífica. Rezamos para que aprendamos todos a unirnos en esta hora trágica que nos demanda el pueblo de Chile. Pedimos para que podamos trabajar con humildad y buscando entre todos cuáles son las razones de esta situación y las líneas de solución que a todos nos comprometan por el bien común.
Por estos motivos, invito a los fieles, autoridades de la Región y a las personas de buena voluntad a celebrar la Misa mañana a las 12 del día en la Catedral de Valparaíso. Queremos implorar a Dios, tal como nos enseña Jesús junto a su Madre, la Virgen Purísima de Lo Vásquez, con la Misa “Por la Paz y la Justicia”. Al mismo tiempo invito, y pensando también en los que no podrán asistir a la Catedral mañana, a las comunidades eclesiales para que celebren con esta intención la Misa en sus respectivas parroquias y otras unidades pastorales.
A nuestra Madre, la Virgen de los Desamparados que nos acoge y anima para renovar nuestra vocación de servidores de la justicia y la paz, le pedimos: “Santísima Virgen María, Reina de Chile, tú que diste a luz a Cristo, Señor y salvador de todos, intercede por nuestra paz y nuestra salvación” en la Diócesis de Valparaíso y en tu amado Chile.
+ Pedro Ossandón Buljevic
Administrador Apostólico de Valparaíso
Lunes, 21 de octubre de 2019
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