Queridas hermanas y hermanos:
Ante la fuerte situación de crisis social que estamos viviendo como país, nosotros animadores y animadoras de las diez comunidades que conforman nuestra parroquia Jesucristo Misionero de Reñaca Alto, acompañadas por las hnas. Guille, Maricarmen y Quena rscj y nuestro párroco Reinaldo sscc., queremos compartirles algo de lo que hemos reflexionado en nuestra reunión de animadores.
Primeramente, sentimos la urgencia de estar en profunda comunión de oración, de esa oración que nos habla Jesús en el Evangelio, “que oremos sin desanimarnos, con la confianza puesta en ÉL, y sintiéndonos continuadores de su modo de proceder en lo cotidiano de nuestra vida, en nuestras familias, trabajos, comunidades”.
Constatamos y compartimos que en estas casi tres semanas que llevamos de este profundo conflicto social hemos vivido momentos de miedo, dolor, angustia, tristeza, donde la sombra de lo vivido como país el año 73 se ha hecho presente, pero donde también se han asomado sentimientos de profunda esperanza, gratitud…porque hemos visto que lo que ocurre es fruto de un despertar, es fruto de poder reconocer que muchos hermanos nuestros y también algunos de nosotros, vivimos situaciones de profunda injusticia fruto de una mala administración a la que hemos sido sometidos.
También reconocemos que quizá cierta ignorancia nos ha mantenido en silencio, en ocasiones nos ha confundido y paralizado; pero es el momento de decir no más!, hoy queremos informarnos, queremos estar más comunicados, queremos comprometernos más.
Creemos que las demandas que han motivado este despertar, son también nuestras demandas, nos parece de justicia aspirar a la construcción de un país más equitativo, más justo. Por eso valoramos la fuerza de tantos y tantas que se han atrevido a exigir cambios. Así como también condenamos todo tipo de violencia; tanto aquella que ha significado grandes destrozos de nuestras ciudades y saqueos, como la violencia que se ha ejercido en las calles hacia quienes se han manifestado; y también la violencia silenciosa a la que estamos todos sometidos cada día sin darnos cuenta, que nos tiene soportando niveles de vida indignos.
Sabemos que como varones y mujeres de fe tenemos que comprometernos, implicarnos; es nuestro país, es el futuro de nuestros hijos, de nuestro pueblo. Queremos oír a Jesús que nos habla al corazón y nos invita a ser anunciadores de su mensaje de liberación, queremos vivir e invitar a todas nuestras comunidades a que vivamos el profetismo de nuestro bautismo, que implica no sólo un compromiso espiritual, sino también de acción, de trabajar y exigir condiciones más justas, en distintas materias, salud, educación, seguridad social, y otras.
Queremos invitarles a que conversemos, nos escuchemos y acojamos en nuestras legítimas diferencias; que en la medida que podamos participemos en las distintas instancias que se nos ofrezcan para juntos buscar posibles soluciones, para aportar en los distintos espacios también la presencia amorosa y comprometida de Jesús.
Que los corazones de Jesús y de María nos acompañen y animen en este camino que queremos hacer junto a todas las organizaciones de nuestro sector parroquial.
Unidos fraternalmente Consejo Parroquial, Parroquia Jesucristo Misionero.
En Viña del Mar 06 de Noviembre 2019.
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