Mons. Pedro Ossandón, Administrador Apostólico de la Diócesis de Valparaíso, a nombre de los fieles de nuestra diócesis y de la comunidad eclesial, expresó su gratitud al Señor Jesús y al Papa Francisco por haber llamado al Padre Gonzalo Bravo miembro del clero e hijo de la Iglesia de Valparaíso al ministerio episcopal.
“Nos comprometemos a rezar siempre por el obispo electo y la querida Diócesis de San Felipe. También te agradecemos a ti por responder con fe y amor a la Iglesia Católica, a este servicio que Jesús el Buen Pastor y la Virgen María te encomienda. Y por los buenos oficios, que has desempeñado entre nosotros especialmente como párroco aquí en la Parroquia EL Salvador del Mundo, La Matriz y como Decano en la Facultad de Ciencias Eclesiásticas de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso” señaló el Obispo Ossandón.
El nuevo Obispo Bravo agradeció a Dios, al Papa Francisco, al Nuncio Mons. Alberto Ortega Martín y a Mons. Pedro Ossandón.
Además, solicitó que lo ayuden a vivir humildemente, a vivir con los sentimientos de Jesucristo, que son los sentimientos que nos hacen libres, felices y santos. “Una alegría estar en la Diócesis de Valparaíso y una alegría llegar a la Diócesis de San Felipe. A cada uno de ustedes en San Felipe les pido que recen por mí, que me abran los corazones porque yo solamente quiero servirles en todo lo que ustedes estimen conveniente. Demos gracias a Dios, me confío a la oración de Teresita de los Andes, a ese Cristo hermoso de Rinconada de Silva y a cada uno de sus corazones bondadosos y misericordiosos”, comentó el Obispo Bravo.
Comedor 421, La Matriz
También compartieron con voluntarias del Comedor 421. La señora Miriam señaló que diariamente dan comida a 200 personas en situación de calle. La señora Miriam resaltó que este comedor está bendito “nos llegan donaciones desde el que tiene mucho al que tiene poco. Todo es bienvenido porque todo nos sirve. Necesitamos ayuda, también las viandas para entregar el alimento”.
El Obispo Bravo al reflexionar sobre qué es para él la Parroquia La Matriz y el Comedor 421, señaló que es un lugar de Dios, una bendición. “Hay un amor que vence a la muerte que es Jesucristo. El misterio pascual se vive a cada rato”.
Mons. Ossandón también resaltó la labor social que permanentemente se realiza en las parroquias de nuestra diócesis, gracias a la colaboración de muchas personas solidarias. Destacó la labor que realizan los y las voluntarios en las casi 70 parroquias de nuestra Diócesis. “En estos días, las parroquias entregan más de 2800 raciones de alimentación como cajas de alimento, almuerzo. Como diócesis los invito a que colaboren, ya que es la generosidad de todas las personas que quieren entregar lo poco que tienen para que se multiplique como Jesús lo hace en la multiplicación de los panes” concluyó el Obispo Ossandón.
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