Diócesis de Valparaíso ordenó a cinco sacerdotes al servicio del Pueblo de Dios

En un ambiente de alegría y emoción se realizó la misa de ordenación sacerdotal en la Iglesia Catedral de Valparaíso, donde cuatro seminaristas dieron fin a su proceso de formación al presbiterado y que además un diácono permanente y viudo desde hace siete años y profesor de biología de profesión, solicitó entregar su vida al servicio del sacerdocio de la diócesis.

En una homilía que fue presidida por Monseñor Jorge Vega, Obispo de Valparaíso llamó a los futuros sacerdotes a permanecer siempre cerca de Dios, de la iglesia y su comunidad, a dejar a un lado los proyectos personales y entregarse al servicio del Pueblo de Dios.

“Es fundamental que vivamos en estrecha unión con la gente a la cual somos enviados. Unión que se plasma con algunas características bastante particulares y que encontramos en la historia de buen Samaritano. Me refiero a la compasión y la ternura” expresó el Obispo de Valparaíso, durante la homilía.

Una vez finalizada la misa de ordenación, los nuevos Presbíteros expresaron su gratitud a sus familias y a todas las comunidades pastorales que han estado apoyando su proceso de formación sacerdotal.

El Padre César Flores, expresó estar “agradecido y muy contento de lo que el Señor ha ido haciendo en cada uno de mis compañeros y en mi de manera personal, agradecido de la Iglesia del ministerio que me ha encomendado en el día de hoy y de las oraciones de tantos, para que Dios me apoye y asista en este ministerio sacerdotal”.

Por su parte, el padre Sergio Herrera, destacó las palabras del Obispo durante la homilía en “la que nos llama a estar disponibles a conservar siempre la comunión con el presbiterio con él, y también buscar siempre servir al Pueblo de Dios, a nuestros hermanos especialmente a los más desprotegidos, a los más pobres, a los más vulnerables”.

En tanto el padre Mateo Umaña, señaló que, “este inicio dice el ministerio, nos invita a poner la fe donde debemos ponerla, en el Dios de la vida y anunciarlo con la vida, de testimonios y pedir de cierta forma que sigan rezando por nosotros porque todos tenemos debilidades, pero nos fortalece el Dios de la misericordia”.

Asimismo, el padre Carlos Suarez, manifestó su alegría, “agradecido del cariño, las oraciones y de toda la comunidad diocesana que nos acompañaron durante la ordenación y con gran emoción y alegría recibo este ministerio”.

El Padre Jorge Leng, quien recibió el ministerio con 75 años de edad, quien estuvo acompañado por sus hijas e hijo, expresó una gran alegría de entregar su vida a Dios, “estoy contento por este llamado del Señor, de este misterio tan grande como él me llevó a través del tiempo y junto a mis hermanos que nos lleva de una manera determinada, es el mejor pedagogo y hay que servirle bien” asimismo llamó a todos, “a no perder nunca la fe en el Señor”.

Finalmente, Monseñor Jorge Vega expresó su preocupación por las faltas de vocaciones sacerdotales y el bajo número de seminaristas que se encuentran en el Pontificio Seminario Mayor San Rafael de Lo Vásquez, llamando a sacerdotes y laicos a priorizar la pastoral vocacional en toda la diócesis de Valparaíso.

“Los presbíteros estamos llamados a vivir nuestra paternidad buscando que los jóvenes sigan nuestra huella presbiteral ingresando al seminario. La coherencia total de nuestra vida y el seguimiento del Buen Pastor son las mejores herramientas para transformarnos en promotores vocacionales” señaló el Obispo de Valparaíso en su homilía.

Monseñor Vega, agregó que “las comunidades eclesiales tienen que hacer lo suyo. No se cansen de rezar, de animar a los jóvenes, y de hacer sacrificios, para que esas habitaciones del Seminario se llenen de jóvenes deseosos de ser ministros consagrados totalmente a Dios y su Iglesia”.

 

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