Representantes de la Diócesis de Valparaíso exponen en Conversatorio Internacional junto a un integrante de la Comisión Teológica Internacional de la Santa Sede

En el marco del proceso sinodal que estamos viviendo en la Iglesia Católica, la Facultad Eclesiástica de Teología PUCV realizó el Conversatorio Internacional “La sinodalidad y su importancia para la Iglesia en el siglo XXI”, actividad que contó con las exposiciones del Pbro. Mario Ángel Flores, Miembro Comisión Teológica Internacional de la Santa Sede y ex – rector de la Universidad Pontificia de México; el Diácono Leonardo Córdova, Delegado Episcopal para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Diócesis de Valparaíso; y Daniela Calzia, coordinadora del sínodo en la Diócesis de Valparaíso.

En la oportunidad, el P. Mario Ángel Flores ofreció una mirada global del proceso sinodal, mientras que Leonardo Córdova expuso desde un enfoque latinoamericano, y Daniela Calzia abordó el tema desde la realidad local de la Diócesis de Valparaíso.

“Nuestro tiempo está marcado por una profunda crisis de fe. Ante esta realidad, ¿cuáles son los caminos de la Iglesia para revitalizar su experiencia religiosa?”. Con esta pregunta interpeladora, el P. Mario Ángel Flores comenzó su exposición.

Durante la jornada, el sacerdote destacó la relevancia de la sinodalidad en el ser y quehacer cotidiano de la Iglesia: “La sinodalidad debe estar presente en los ministros ordenados y en los laicos. Debe ser un modo de vida que se caracterice por la empatía, por reflejar la alegría de ser testigos de Jesús”. Además, agregó que “la Evangelización no puede ser fruto de una parte de la Iglesia, sino de un camino sinodal”.

La sinodalidad desde el Concilio Vaticano II

El integrante de la Comisión Teológica Internacional de la Santa Sede explicó que “La sinodalidad es una continuación del Concilio Vaticano Segundo. Nos hemos acostumbrado a que quienes comunican el Evangelio son presbíteros, consagradas y laicos con una gran formación. Pero, en realidad, el Concilio Vaticano II nos dice que todos los bautizados podemos comunicar el Evangelio. A veces la experiencia de una fe profunda no tiene que ver con la formación Teológica, sino con el don que llevamos desde el bautismo”. En este sentido, el presbítero invitó a recuperar y volver a poner en el centro la experiencia de fe y el encuentro con Jesús.

Los jóvenes en la Iglesia sinodal: la importancia de acogerlos sin juicios previos

Durante la ronda de preguntas, el Diácono Leonardo Córdova compartió una experiencia que vivió en la Asamblea Sinodal del Cono Sur, en Brasilia, a propósito de la participación de los jóvenes en la Iglesia: “Dentro del desarrollo de la Asamblea, ocurrió algo particularmente hermoso y esperanzador con los jóvenes. En un momento de trabajo teníamos que reunirnos por estado de vida, entonces nos juntamos por un lado los diáconos, por otro los sacerdotes, por otro los Obispos, por otro lado las religiosas y así sucesivamente. Y los jóvenes tenían que sumarse a esos grupos, por ejemplo, había un seminarista que debía reunirse con los presbíteros. Y, sin embargo, ellos decidieron salirse del libreto y juntarse por su condición de jóvenes, independientemente de dónde provenían. Y luego expusieron, dándonos un gran regalo en ese momento. Nos dijeron: Ustedes hacen siempre la misma pregunta: ¿Por qué no están los jóvenes en la Iglesia?, y nosotros queremos decirles donde están los jóvenes hoy día-. Y comenzaron a mostrarnos fotos de jóvenes de Latinoamérica que se sienten excluidos de la Iglesia por razones diversas, por ejemplo: un joven cayó en las drogas, participaba en la pastoral juvenil y lo expulsaron por ser una mala influencia. Una joven que fue expulsada de su parroquia porque quedó embarazada con 15 años de edad. Y así sucesivamente nos fueron mostrando rostros e historias. Y continuaron: – No estamos porque no nos permiten estar, porque muchas veces nos sentimos excluidos, marginados, y cuando se nos invita es para ordenar la sala, pero no para que seamos protagonistas de lo que queremos hacer en la Iglesia ni tampoco para hablar, siendo que somos la Iglesia del futuro y algo tenemos que decir.

Luego, el Diácono reflexionó: “Tenemos que aprender a abrir el corazón para acoger sin juicios previos, sin preguntas previas”.

El camino sinodal en la Diócesis de Valparaíso: escuchar a las periferias

Daniela Calzia, por su parte, explicó que en el proceso sinodal de la Diócesis de Valparaíso fue fundamental escuchar a las periferias. Fue así que se hicieron encuentros con personas privadas de la libertad y con personas migrantes, por ejemplo, para escuchar lo que tenían que decir de la Iglesia. “En el proceso de escucha en las periferias nos encontramos con una fe profunda que es capaz de sobrellevar situaciones adversas y complejas. También nos encontramos con una profunda misericordia. Las periferias son una escuela de la misericordia para nosotros. Y también nos encontramos con la esperanza”, finalizó.

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