Conferencia Episcopal de Chile dio la bienvenida a Mons. Mario Salas Becerra en la celebración de las Vísperas Solemnes

El presidente de la Cech le dedicó unas cálidas palabras en su homilía.

Este viernes 8 de noviembre, en el Santuario Nuestra Señora Purísima de Lo Vásquez, tuvo lugar la Sagrada Celebración de las Vísperas Solemnes y Bendición de Signos Episcopales de Monseñor Mario Salas Becerra, electo Obispo Auxiliar de la Diócesis de Valparaíso. Asimismo, en la ocasión realizó su profesión de fe y juramento de fidelidad a la Iglesia.

La Sagrada Celebración contó con la participación de obispos de la Conferencia Episcopal de Chile, del Maestro General de la Orden Mercedaria, Rvmo. Padre Maestro General Fr. Leoncio Osvaldo Vivar Martínez, Provinciales, religiosos, sacerdotes, diáconos, religiosas, comunidades y pueblo de Dios.

La ceremonia fue presidida por Mons. René Rebolledo, presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, quien en su homilía le expresó una cálida bienvenida a Mons. Salas:El Santo Padre Francisco te demuestra gran confianza al nombrarte para este ministerio. Por nuestra parte, te acogeremos mañana, sin embargo, también desde hoy, con fraternal afecto en la comunión de nuestra querida Conferencia Episcopal de Chile”, sostuvo.

Además, el también Arzobispo de la Arquidiócesis de La Serena, se refirió a la imagen del peregrino, tan importante y significativa para el Santuario de Lo Vásquez: “Como el salmista, también nosotros -llenos de gozo- realizamos en esta tarde una peregrinación a este Santuario de la Purísima Virgen de Lo Vásquez, lugar de gracia y bendición. (…) Peregrinar es símbolo de la vida cristiana, toda ella es un caminar a la casa del Padre. (…) Con sus brazos abiertos la Virgen los acoge a todos. (…) Nos acoge también a nosotros -obispos, sacerdotes, diáconos, religiosas y religiosos (de tu comunidad Mercedaria), seminaristas y a ustedes queridas hermanas y hermanos-. Hoy, te acoge especialmente a ti, querido hermano, que mañana serás ordenado obispo para esta querida diócesis de Valparaíso, Dios mediante. Nos alegramos contigo y tu querida familia, con el pueblo de Dios que peregrina en estas tierras y don Jorge Vega, su pastor, a quien te dispones a colaborar corresponsablemente en los diversos requerimientos pastorales”.

Inmensa alegría para la Iglesia

El Provincial de la Provincia de Chile, P. Ramón Villagrán, O. de M. expresó su alegría y destacó que “estamos muy contentos porque es una comunidad religiosa que siendo la primera en Chile regala un hijo al servicio de la Iglesia, al servicio de la Iglesia aquí en Valparaíso que también tiene a nuestra Madre como patrona. Estamos muy orgullosos como familia mercedaria,lo han acompañado un sinfín de religiosos de todo el mundo, han venido de todas las provincias, también hermanos obispos de otros lugares para precisamente engalanar esta fiesta”. 

Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, sostuvo que “hemos rezado juntos ante el altar del Señor en las Vísperas de la Ordenación Episcopal de nuestro querido hermano Mario. Nos alegramos con esta diócesis tan querida de Valparaíso, con su pastor Monseñor Jorge Vega, con su clero, sus diáconos, religiosos, religiosas, con su pueblo fiel, nos alegramos con la gente sencilla, humilde, de tener la gran bendición de Dios a través del ejercicio del ministerio episcopal de Monseñor Mario. En nombre propio, pero también en nombre de mis hermanos obispos, saludo y felicito al pastor de esta diócesis Monseñor Jorge Vega, saludo y felicito a Monseñor Mario Salas, saludo y felicito a toda la diócesis de Valparaíso”. Y agregó: La ordenación de un obispo es un gran don del amor, la bondad y la misericordia del Señor. El Señor nos prometió que nos daría pastores, y hoy cumple Su palabra, el Señor siempre cumple Su palabra, Dios es fiel y nos bendice cada día, pero sobretodo en acontecimientos como éstos. Yo deseo a la diócesis de Valparaíso que, con la ayuda de su pastor, Monseñor Jorge, con la ayuda tan valiosa que ahora le viene a él, puedan anunciar siempre a Jesucristo resucitado, invitar a todos a la alegría que significa seguir al Señor, adherir a Él, en Él tenemos plenitud de vida, que Dios bendiga a todos”.

Humberto Vergara, de la fraternidad laical mercedaria Santa María Cervellón de Valparaíso, se refirió a la celebración. “Estas vísperas fueron muy emocionantes, especialmente me emocioné en los cánticos y en la bendición de las insignias”.

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