En su primera Eucaristía como Obispo Auxiliar de la Diócesis de Valparaíso, Mons. Salas encomendó su nueva misión pastoral a Nuestra Madre en Su santuario.
El domingo 10 de noviembre, Mons. Mario Salas Becerra, Obispo Auxiliar de la Diócesis de Valparaíso, celebró su primera Eucaristía en el Santuario Nuestra Señora Purísima de Lo Vásquez. Allí, y acompañado por obispos, provinciales, religiosos mercedarios, sacerdotes, diáconos y religiosas de la Diócesis de Valparaíso, familiares, comunidades, religiosas y religiosos de Conferre, peregrinos y pueblo de Dios, le encomendó su ministerio episcopal a Nuestra Madre.
“Desde aquí, la casa de María quiero iniciar mi ministerio como obispo auxiliar. Soy mercedario y por ende la figura de María ha estado muy presente en todos mis años como religioso mercedario, desde la formación inicial hasta el día de hoy”, expresó. Y agregó: “Este Santuario, como me imagino que lo saben; en sus orígenes hubo un religioso mercedario, que fue muy fundamental en la idea de fundar acá un lugar dedicado a nuestra Madre. Me refiero fray José Manuel Troncoso”.
Al finalizar la Eucaristía, se realizó un tradicional esquinazo en el patio del santuario, con la presentación del grupo “Nuestras Raíces”, de la Cámara de Diputadas y Diputados.
El Arzobispo de Pamplona, Mons. Florencio Roselló, expresó su alegría de acompañar a Mons. Salas en esta ocasión. “Es una gran emoción porque además él me acompañó en la mía también de obispo, y tengo una gran amistad con él, y también porque la Orden de la Merced esté llamada a cooperar con el Santo Padre en el ministerio de la iglesia es un gozo y un signo de alegría”. Además, añadió que “para la comunidad mercedaria es un reconocimiento de que está viva en la Iglesia, está presente, y que sus hijos estén llamados al ministerio episcopal significa que dentro de La Merced lo estamos haciendo bien y que somos fieles a la Iglesia y al Santo Padre”.
Daniela Calzia, directora de la Comisión de Formación de la Vicaría Pastoral de la Diócesis de Valparaíso, indicó que “estamos tremendamente alegres por el regalo que nuestra Madre nos ha hecho el día de hoy acompañando al Padre Mario en su consagración a nuestra Madre la Purísima de lo Vásquez y tanto para la familia mercedaria como para toda la diócesis esto es una alegría. Sabemos que el Padre Mario va a ser un buen pastor y vamos a estar orando por él para que también pueda acompañar al Padre Jorge en todo el enorme servicio pastoral que hay aquí en los distintos lugares de nuestra diócesis, así que comprometemos nuestra oración”.
También, la Hermana Claudia González, religiosa de la congregación Apostolado Popular del Sagrado Corazón y secretaria ejecutiva de la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Chile, agregó que “ha sido una gran emoción acompañar a Monseñor Mario Salas en su primera misa, hemos compartido este tiempo con él en la presidencia de la Conferencia de Religiosos y como él lo dijo, lo ponemos bajo la protección de María en su santuario de Lo Vásquez para que ella le ayude, le acompañe le sostenga en esta misión de servicio que el Señor le ha encomendado”.
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