
Después de la Misa, los participantes compartieron una chocolatada.
El viernes 4 de abril, la Pastoral Social de la parroquia San Antonio, de Viña del Mar, celebró 35 años de vida y servicio a la comunidad. La Santa Misa fue presidida por el párroco, P. José Antonio Atucha, quien en su homilía invitó a hacer una memoria agradecida por todas las personas que, a lo largo de estos años, brindaron un servicio y ayuda generosa en la Pastoral de la parroquia y que por distintos motivos hoy ya no participan o bien, han partido a la Casa del Padre. También invitó a rezar por los voluntarios actuales y por las personas en situación de calle beneficiarias.
Asimismo, el sacerdote sostuvo que en la Pastoral Social son testigos de que Jesús está cerca del que sufre y destacó la importancia de testimoniar el mensaje del Evangelio en el servicio, recordando que la Iglesia no es una ONG, sino que, a través de obras, tiene que llevar el Amor y la Palabra de Dios al prójimo.
Durante la Eucaristía, además, el párroco bendijo los chalecos de los voluntarios y a quienes participan activamente en la Pastoral Social.
El diácono permanente Juan Bratti, expresó que “hay una necesidad muy grande aquí de la gente y ellos se van pasando el dato de venir para acá porque los días lunes y viernes es donde se da almuerzo, y la verdad es que es cuando más gente viene; martes, miércoles y jueves se da desayuno, y ahí viene menos gente. Pero claro, la necesidad existe y también los que ayudan están muy motivados, ha llegado gente nueva ahora a cooperar y la verdad es que están felices porque ellos también crecen junto a la gente que viene”. Además, explicó los servicios que se ofrecen a los beneficiarios: “Aquí se les corta el pelo, las uñas, se duchan, se cambian de ropa, se sirven un desayuno o una comida depende del día, es un servicio muy completo que los voluntarios les dan todos los días de lunes a viernes, todo el año”. En esta línea, desde la Pastoral Social invitaron a la comunidad a colaborar con ropa de hombre, ropa interior nueva y abrigo.
Respecto al vínculo con las personas beneficiarias, el diácono permanente comentó que “el otro día, por ejemplo, tuvimos un Vía Crucis que se hizo desde el comedor hasta el templo y la verdad es que en la situación de ellos uno podría decir que el comportamiento no iba a ser el adecuado, porque tienen problemas de adicciones a las drogas y al trago, pero la verdad es que lo tomaron muy a conciencia, muy de oración, rezaron, cantaron y estuvieron participando en todo momento. En general son muy respetuosos con los voluntarios”.
Respecto a los voluntarios, Juan Bratti destacó que “están acá desde temprano, desde las 7 o 7:30 de la mañana y después se van a trabajar, tienen familia, su hogar, y ellos están aquí dando servicio desde temprano con una sonrisa y los atienden porque saben que es Cristo quien está allí con ellos”.



Vía Crucis
El martes 1 de abril, con motivo de preparar el corazón en este camino a la Semana Santa, los voluntarios y beneficiarios de la Pastoral Social de la parroquia San Antonio rezaron el Vía Crucis, que comenzó en la vereda del comedor solidario parroquial y continuó por los alrededores hasta llegar al templo parroquial.
Blanca Sabarce, agente pastoral de la parroquia San Antonio, indicó que “el martes 1 de abril estuvimos acompañando a todas las personas que asisten a la Pastoral Social como así también todos los voluntarios, de tal manera que vivimos un Vía Crucis donde partimos directamente de la pastoral hacia el templo y pudimos orar todos junto al Padre José Antonio Atucha y el diácono, Sr. Juan Bratti, y oramos por todas las personas que asisten todos los días buscando esa caridad, esa ayuda fraterna, el alimento y el pan de cada día. También, junto a la hermana Johanna que nos acompañó en ese momento, dándole gracias a Dios por recibir y por todas las gracias que nos da diariamente, así como todos los voluntarios que participan y ayudan en esta ayuda fraterna para todas las personas necesitadas”. Además, destacó que “la participación y la alegría fue muy grande, el gozo fue muy grande, fue una gracia poder vivirlo en esta cuaresma y de la mano de Jesús, acompañando a Jesús en este momento y finalizamos besando la Cruz todos los que estábamos presentes”.























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