La Pastoral de la Movilidad Humana del Obispado de Valparaíso está atendiendo a víctimas de la violencia, constatación de lesiones. Además, da apoyo y contención emocional a migrantes y nacionales.
En la Parroquia Inmaculado Corazón de María de Valparaíso está funcionando un centro de atención de apoyo a víctimas de la violencia durante las manifestaciones, especialmente inmigrantes y otros que han sido violentados en sus derechos. “Allí se les brinda orientación, atención médica y acompañamiento” señaló el Padre Pedro Nahuelcura, Director de la Pastoral de Movilidad Humana del Obispado de Valparaíso.
El centro está ubicado en Calle Pocuro 834 a un costado de la parroquia Inmaculado Corazón de María, posee un equipo médico encabezado por el ex seremi de Salud Aníbal Vivaceta, además de internos de la carrera de medicina del Hospital Carlos Van Buren, un equipo jurídico, una trabajadora social y voluntarios de la Pastoral de la Movilidad Humana de Valparaíso. La idea es que acudan personas afectadas en medio de manifestaciones sociales con heridas por esquirlas, perdigones, intoxicados por gases lacrimógenos u otras lesiones de menor complejidad, que no requieran una atención más especializada.
“Es una atención de primeros auxilios. La idea es ayudar al Hospital Van Buren a descomprimir las urgencias, prestando estos socorros a la población que ha sido víctima de actos de violencia” explicó el padre Nahuelcura. “Esta semana recibimos a una decena de lesionados leves, incluidos algunos migrantes.
El centro también ha servido como refugio para aquellos que no han accedido a un salvoconducto, y en sus desplazamientos pueden infringir los horarios dispuestos por las autoridades con el toque de queda. Es el caso de pacientes que asisten a consultas al Carlos Van Buren que son de localidades más apartadas como San Antonio, Ovalle, La Ligua entre otros sectores. Han ido al recinto de voluntad propia o derivadas por las autoridades. El centro está disponible 24 horas y funcionará durante el tiempo que se extienda el estado de excepción.
“Nadie puede justificar la violencia entre las personas ni menos actos vandálicos. Nuestra parroquia se ha ofrecido para ser garante de la preservación de los derechos humanos, sobre todo en estas horas de efervescencia social, dar ese espacio humanitario y de acompañamiento a los que han sufrido hechos de violencia. Llamamos al restablecimiento de la paz social que se funda en la justicia, sin justicia no hay verdadera paz. Llamamos a la gente de buena voluntad a ser actores de paz”, reflexionó el padre Nahuelcura.
Fuente: Diario La Estrella de Valparaíso – Comunicaciones de Valparaíso
Fotografías: Pastoral de la Movilidad Humana
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