En una reunión por videoconferencia los obispos del Comité Permanente encabezados por el Presidente de la Conferencia Episcopal, Santiago Silva, acordaron dar a conocer una palabra para invitar a las familias y comunidades “a colaborar con esperanza y responsabilidad en la puesta en práctica de las disposiciones que el Gobierno y las autoridades sanitarias están adoptando para enfrentar la pandemia del Covid-19”.
Momento de actuar unidos y cuidarnos
En su declaración, dada a conocer este jueves 19 de marzo, los pastores afirman que “es momento de actuar unidos, acoger las indicaciones de la autoridad, cuidarnos nosotros y cuidar a los demás, especialmente a los grupos de mayor riesgo”.
Al mismo tiempo, agradecen la comprensión y adhesión a las medidas litúrgicas y pastorales que se han adoptado en las distintas diócesis para no exponer a las personas al riesgo del contagio. “Sin perjuicio de estos cambios, lo importante es que la Iglesia permanece unida y orante, pidiendo la protección del Señor y la salud”.
Orar intensamente en familia
Añaden los obispos del Comité Permanente que “esta también es la hora de dar testimonio de nuestra fe. Hacia el Señor dirigen su mirada millones de creyentes en Chile y en el mundo. Especialmente en este tiempo de Cuaresma, encontrémonos con Él a través de la oración personal y en familia”.
Junto con invitar a unirse a la celebración de la Eucaristía a través de internet, radio y televisión, los obispos sugieren que en los hogares, “la bendición de la mesa puede ser una oportunidad de agradecer a Dios por la vida y al mismo tiempo pedir por todos quienes sufren por esta emergencia mundial. También serán fuentes de paz en momentos de incertidumbre el rezo del Santo Rosario, la oración del papa Francisco, así como tantas otras plegarias tradicionales en nuestro pueblo. En cualquiera de sus formas, orar al Padre y pedir su gracia nos dará fuerzas para vivir el amor y la solidaridad con todos”.
Tomar conciencia de nuestra pequeñez
Los obispos recuerdan en su declaración que, además de ser tiempo de oración, Cuaresma también es tiempo de penitencia. “Que estas circunstancias complejas que vivimos nos ayuden a tomar conciencia de nuestra pequeñez. Con la humildad de hijos e hijas muy amados por Dios, unamos nuestro sacrificio al de Cristo en la Cruz (Col 1,24) y confiémonos a su misericordia”.
Portadores de esperanza
Finalmente, en la certeza de Jesús Resucitado, invitan a ser “portadores de esperanza en palabras, actitudes y gestos. Seamos promotores de esta convicción: siempre y a pesar de las dificultades, el amor de Dios puede más, nos anima y nos levanta. Contamos con María, madre de la esperanza y consuelo de los afligidos, que al igual que otros momentos difíciles de nuestra historia, es intercesora de la misericordia de Dios con nosotros”.
Firman la declaración los obispos miembros del Comité Permanente: el Presidente, Santiago Silva; el vicepresidente, René Rebolledo; el secretario general, Fernando Ramos; y los miembros Celestino Aós y Juan Ignacio González.
Fuente: Comunicaciones CECh
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