El Pbro. Erwin Prieto, Vicario Episcopal para la Educación Católica de la Diócesis de Valparaíso envió un saludo a todas las comunidades educativas con motivo del inicio de un nuevo año escolar.
En él señala que se siguen viviendo tiempos muy especiales que llenan de desafíos; “desde ya, la emergencia sanitaria que aún vivimos en nuestro país ha obligado a seguir desplegando con creatividad todos los esfuerzos necesarios para llevar a cabo de la mejor manera la misión educativa en cada uno de los establecimientos de nuestra diócesis”.
Destaca lo aprendido en estos meses “Este tiempo nos ha enseñado que para conservar la salud es necesario distanciarse físicamente, pero también nos ha enseñado que para fortalecer nuestro espíritu debemos estar más unidos que nunca y a hacer nuestras las palabras del Papa Francisco que nos dijo con fuerza: “Nadie se salva sólo”. En este sentido, valoramos la disposición que hemos constatado de los equipos directivos, docentes, asistentes de la educación, apoderados, alumnos y alumnas para en conjunto y con los cuidados necesarios iniciar este especial año educativo”.
El padre Prieto señala que “otro gran desafío de este año será el que vivirá nuestro país comenzando el proceso de una nueva Constitución; en este momento histórico nuestros colegios serán espacios privilegiados de reflexión y de aprendizaje inspirados en el mensaje de Jesús”.
También indica que “la Vicaría de la Educación quiere renovar su compromiso de servicio y acompañamiento a las distintas comunidades y de manera especial a nuestros profesores de religión que nos motivan con su trabajo y vocación tan necesaria en estos tiempos”.
“Con Jesús en el timón de nuestra barca educativa podremos enfrentar estos desafíos y sortear las olas y el viento que a veces nos azotan en contra y parecen insostenibles; con Jesús Maestro que nos enseña y aconseja podremos descubrir los caminos a seguir, aunque a veces sean duros y ásperos; con Jesús Salvador tendremos la fuerza para no claudicar y continuar en la tarea a pesar de nuestras debilidades; con Jesús Misericordioso que nos ama hasta el extremo, podremos avanzar sin miedo hasta la meta final”.
Finaliza su saludo, animando a vivir estos grandes desafíos con alegría, entusiasmo y renovado compromiso.
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