La jornada de oración y fraternidad, organizada por la Comisión del Clero de la Diócesis, hizo propia la invitación del Papa Francisco para reflexionar sobre la figura de San José y su importancia en la vida y ministerio de los sacerdotes.
Con momentos de oración, reflexión y la posibilidad de acceder al sacramento de la confesión, los sacerdotes de la diócesis dieron inicio al nuevo año pastoral. Motivando la amistad con el Señor, los presbíteros Winstor Hardy y Patricio Marambio, formadores del seminario, iniciaron la Jornada con el rezo de laudes. El presbítero José Antonio Atucha guio la reflexión en torno a la figura de San José y la jornada se cerró con las palabras del Administrador Apostólico sobre nuevos desafíos e informaciones diocesanas.
Por el contexto de la pandemia, este año se ha visto conveniente postergar el retiro anual del presbiterio para el segundo semestre. Por esa razón, Monseñor Pedro Ossandón recalcó la importancia de este tipo de encuentros, “porque ayudan a fortalecer el espíritu comunitario del presbiterio y son una herramienta concreta para combatir la soledad experimentada por los sacerdotes en este tiempo de pandemia”.
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