El padre Jorge Bosagna Aguayo fue despedido con mucho cariño por sus familiares, amigos, personas que lo conocieron en los diferentes lugares donde le tocó servir. También había sacerdotes, diáconos permanentes, religiosas y seminaristas del Pontificio Seminario Mayor San Rafael de Lo Vásquez.
La Misa fue presidida por Mons. Jorge Patricio Vega Velasco, svd., Obispo de Valparaíso en la Parroquia San Benito de Viña del Mar. Antes de iniciarse la Eucaristía, el féretro fue revestido con los ornamentos sacerdotales. La homilía fue realizada por el Padre Enrique Opaso, párroco de la Parroquia San Miguel de Recreo, Asesor Eclesiástico y Director General del Refugio de Cristo desde el año 2015 cuando sucedió al Padre Jorge Bosagna.
En su homilía, el padre Opaso destacó que el padre Bosagna era un hombre de fe, de vida religiosa, hombre de familia. “Desarrolló toda su vida en torno a su familia, la consideraba un espacio sagrado para vivir bien. Por parte de la Municipalidad de Valparaíso fue declarado Hijo Ilustre cuando cumplió 50 años de sacerdote y cuando cumplió los 60 años fue declarado Hijo Benemérito de Valparaíso. Un hombre con reconocimientos, un hombre que acompañó a don Emilio Tagle todo su episcopado (25 años), lo nombró su representante en la Universidad Católica, en ella creó lo que hoy en día es la Facultad de Teología. Implementó un trabajo misionero en medio de los alumnos. También fue Administrador de Bienes del Obispado de Valparaíso, un trabajo extraordinario”.
Además, se refirió a la pasión del padre Jorge Bosagna, el Refugio de Cristo. “En el año 1985, muere el padre René Pienovi. Surgió el nombre del padre Bosagna para sucederlo”. A pesar de que estaba con numerosos trabajos, él aceptó. “Fue impresionante su disponibilidad en las manos del obispo para salvar la Fundación del Refugio de Cristo y seguir adelante. Era un hombre que no se privó de tiempo alguno para servir. Se acordó que él ordenaría la casa y luego vendría yo como Director del Refugio. Y ese después pasaron 30 años. Dejó de serlo porque simplemente ya no pudo con sus fuerzas para lo que significaba el Refugio de Cristo. De modo que hoy hay que agradecerle que el Refugio haya vivido otros 30 años, gracias a su trabajo intenso y a un compromiso afectivo porque los niños le compraron su corazón”.
“¿De dónde sacaba la fuerza? Era un hombre de oración, estudioso, se manejaba en la Teología y las Sagradas Escrituras de una manera muy profunda. Nosotros, junto a su familia, tenemos que agradecerle la oportunidad de haber conocido a este hombre. Hombre quitado de bulla, hacía lo que tenía que hacer, muy estricto consigo mismo y con los demás. Todas sus obras han sido por su disciplina en el ejercicio de su ministerio, con el ejercicio de su responsabilidad respecto a tantas situaciones vividas en esta diócesis de Valparaíso. Somos privilegiados por la amistad, nosotros presbíteros por la hermandad. Estamos en deuda con el padre Bosagna”.
Reseña
Nació en Valparaíso el 1 de julio de 1930. Ingresó al Seminario Pontificio Mayor de los Santos Ángeles Custodios de Santiago el 19 de marzo de 1946. Fue ordenado sacerdote por Monseñor Rafael Lira Infante el 22 de diciembre de 1956 en la Iglesia Catedral de Valparaíso.
Dentro de los servicios pastorales, fue Párroco de la Iglesia “Nuestra Señora de Andacollo” de Valparaíso (1960 – 1966); Director Diocesano de “Caritas” (1966 – 1984). También ejerció los siguientes cargos: Juez Eclesiástico del Tribunal Eclesiástico de la Diócesis de Valparaíso, Vicario Episcopal para la Educación y Asesor Eclesiástico y Director General de la Fundación “Refugio de Cristo”.
El padre Jorge Bosagna asumió su cargo en el Refugio el año 1985 hasta el 2015, tras la muerte del recordado y querido Padre René Pienovi Massafierro, quien por más de 33 años se desempeñó como principal gestor y símbolo de la tradicional Institución de Beneficencia.
Hasta antes de su nombramiento el padre Bosagna destacaba por una connotada trayectoria intelectual, desempeñándose como docente y director del Departamento de Cultura Religiosa de la Universidad Católica de Valparaíso, entre otros cargos.
En su administración el padre Bosagna desplegó toda su energía para llevar a la Fundación a su definitiva consolidación orgánica. En sus primeros años de ejercicio enfrentó la indispensable tarea de profesionalizar la atención que recibían los niños en las residencias y ordenar administrativa y financieramente el Refugio de Cristo. Creó áreas fundamentales como la de salud, dotó de espacios físicos seguros y adecuados para los niños, impulsó la construcción del refugio de niñas de Quilpué y concretó la necesaria remodelación de todas las otras residencias.
Junto con modernizar la estructura de la Fundación, creó bajo el alero del Refugio de Cristo los liceos técnicos profesionales Obispo Rafael Lira Infante de Quilpué (1992), Recreo (1994) y La Cruz (2006); con la finalidad de “educar para el trabajo” a los jóvenes de nuestros refugios y aquellos que provienen de otras entidades de beneficencia o de la comunidad de las provincias de Valparaíso y Quillota.
Fuente: Refugio de Cristo – Comunicaciones de Valparaíso
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