En el contexto de la emergencia que se está viviendo en la región, el Vicario Pastoral de la Diócesis de Valparaíso, P. Pedro Nahuelcura, llamó a las comunidades diocesanas a participar de la Pastoral del Consuelo.
“Hacemos un llamado a los diáconos, sacerdotes, religiosos, religiosas y a las comunidades a que puedan hacer la Pastoral del Consuelo, que puedan acompañar en el territorio mismo donde está la tragedia o acercarse a donde están las familias damnificadas para la contención emocional, espiritual y de apoyo necesario que tanto se requiere en esta instancia. Junto con el pan de cada día que hay que dar porque hay hambre, también hay un hambre de Dios y como Iglesia tenemos que estar presentes especialmente en estas situaciones tan trágicas y tan dolorosas. La Palabra de Cristo es la que reconforta y fortalece en estos momentos de dolor”, expresó el presbítero.
Y explicó el proceso para poder trabajar en la Pastoral del Consuelo: “En las parroquias damnificadas se están coordinando los equipos a través de los diáconos y sacerdotes. Aquí en la parroquia del Rosario, de Quilpué, es el Diácono Fernando quien está organizando la Pastoral del Consuelo con sacerdotes del decanato. Estamos saliendo a distintos puntos para acompañar junto con toda la otra pastoral social que se requiere para esta emergencia. Y para eso estamos con los centros de acopio, los comedores, y todo lo que tiene que ver con esta atención social frente a esta emergencia”.
Asimismo, el Vicario Pastoral envió un mensaje a la comunidad diocesana: “Frente a esta tragedia que estamos viviendo, junto con humanizar el dolor humano al que se está enfrentando una cantidad enorme de damnificados, tanto por la pérdida de sus bienes como sobre todo de sus familiares, animarlos en la esperanza cierta de que a pesar de esta tremenda tragedia, que arrasó con viviendas, que no se apague esa fe que está en el corazón de cada uno de nosotros, y que en el dolor nosotros también tenemos la certeza que nos da nuestro Señor Jesucristo de que Él es el Dios del verdadero consuelo y que nos ayuda a salir adelante. Que mis palabras vayan para todas las personas, los familiares y sobre todo para las comunidades que están sufriendo estas consecuencias de esta tremenda catástrofe. Y animar sobre todo en la caridad para que podamos juntos como Iglesia dar una mano amiga, dar consuelo y también dar esa ayuda necesaria. Esto es un trabajo largo, esto no va a acabar en dos fines de semana, meses quizás años en ayudar a ponernos de pie unos a otros. Y aquí todos, todos son necesarios, nadie sobra.
Nos ponemos a disposición de la Pastoral Social Caritas que está coordinando la ayuda social y nos ponemos a disposición de la Pastoral del Consuelo que estamos coordinando tanto en el Servicio Médico Legal, en una cosa muy práctica que es acompañar a los familiares de las víctimas, y el consuelo en cada uno de los lugares damnificados”.
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