La iniciativa beneficia a 20 niños, niñas, adolescentes y jóvenes en total, correspondientes a 12 familias.
Durante los meses de febrero y principios de marzo, la Pastoral Social Caritas Valparaíso realizó la entrega de artículos escolares a familiares de mujeres privadas de libertad. A través de un fondo de apoyo, se buscó profundizar el proyecto “Respuesta humanitaria y promoción de bienestar para familias vulnerables del ámbito carcelario en la diócesis de Valparaíso”, desarrollado con el Fondo Nacional de Cuaresma de Fraternidad y ejecutado por dicha Pastoral.
Francisca Caruso, Coordinadora de proyectos de Caritas Valparaíso, explicó que “este es un fondo diocesano de acción social que viene a complementar y apoyar el Fondo Nacional de Cuaresma de Fraternidad, que es el proyecto primario que estamos ejecutando, entonces con estos nuevos recursos lo que buscamos es apoyar a los hijos e hijas de las mujeres privadas de libertad que están en el centro penitenciario de Valparaíso, con útiles escolares, uniformes, el buzo del colegio y cualquier otro implemento que sea necesario para que puedan asistir a clases”.
Además, indicó que están trabajando con doce familias de mujeres privadas de libertad y, en total, son 20 los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que se ven beneficiados con este proyecto, quienes abarcan desde la etapa pre-escolar hasta incluso la Enseñanza Superior.
La propuesta fue bien recibida por parte de las familias beneficiarias, tal fue el caso de Betty Alvarado Campos, quien tiene a su cargo cuatro nietos: “Yo soy primeriza en esto y me ha ayudado mucho, sobre todo con la mercadería, lo que ellos te pueden ayudar en cuanto a los beneficios que te dan. Yo no tenía idea que existía esto para la gente privada de libertad y estoy súper agradecida con lo que hacen aquí. Francisca siempre preocupada de los niños, llamándome, que hay una actividad para los niños Betty, listo, allá voy. Por medio de mi hija que está privada de libertad nosotros llegamos acá como familia. Es un apoyo, una ayuda que uno no la tiene, uno le va comprando los útiles de a poquito porque no alcanza y uff con esta ayuda, nada que decir. Estoy muy agradecida”.
En relación al balance del desarrollo del proyecto, la coordinadora sostuvo que en este segundo año se buscará trabajar la salud integral, contemplando aristas como la salud mental, la salud física y el autocuidado; a diferencia del año pasado que se priorizó en establecer vínculos y fortalecer la confianza. “Lo que queremos es acompañar a las familias en las necesidades que tengan, siempre mirada desde la óptica de integral. El primer año fue más bien de conocernos, de confiar, de establecer vínculos, pero ya este año que hay una confianza establecida, queremos avanzar a una segunda etapa que sería más bien para abordar la salud integral”.
Cabe recordar que, durante el verano, la Pastoral Carcelaria se adjudicó los Fondos Diocesanos de Cuaresma con un proyecto que buscó darle continuidad a este trabajo para evitar que el vínculo se diluyera durante el período estival.
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