Beato Carlo Acutis, patrón de los internautas e inspiración para las nuevas generaciones: Unas palabras para los jóvenes de la Diócesis de Valparaíso

Me gustaría invitar a los jóvenes de nuestra Diócesis de Valparaíso a conocer más sobre la vida y la persona del Beato Carlo Acutis y a inspirarse en la historia de su vida. Sería hermoso que este joven patrono te acompañara en tu vida cotidiana y en los problemas que enfrentas al entrar en la vida adulta. Es un joven, un adolescente, que puede transmitir y sugerir mucho a su joven generación.

Provenía de una familia adinerada y tenía muchos talentos. De hecho, podría haber utilizado sus habilidades informáticas y tecnológicas para impresionar a los demás en redes sociales y hasta para despertar celos,  sin embargo, hizo todo lo contrario. Enfocó su vida en la amistad con Jesús Eucarístico, inclusive se puede decir que la amistad con Jesús Eucarístico se convirtió en el programa de su vida, el programa de su vida cotidiana. Llamó a la Eucaristía, a la que asistía todos los días, “la carretera al cielo”.

Carlo Acutis provenía de una familia italiana. Nació en Londres el 3 de mayo de 1991, donde sus padres vivieron poco tiempo por motivos profesionales. Desde pequeño, fue un niño que mostró una madurez increíble al mirar el mundo. Creció en una familia que no estaba particularmente basada en la fe. Sin embargo, esto no interfirió con su desarrollo espiritual personal. A los 7 años, a petición propia y con el consentimiento de sus padres y del obispo, recibió por primera vez la Sagrada Comunión.

Estaba fascinado por las bondades de Internet. Desde niño desarrolló su pasión por la informática y utilizó esos dones y talentos para la evangelización, creando, entre otras cosas, sitios web dedicados a los milagros eucarísticos en todo el mundo.

Contrajo leucemia, que progresó a un ritmo galopante. Ofreció su sufrimiento por la Iglesia y el Papa. Murió en fama de santidad el 12 de octubre de 2006. Seis años después de su muerte se inició el proceso de beatificación y en 2018 el Papa Francisco emitió un decreto sobre las virtudes heróicas del joven candidato al altar. Dos años después, se aprobó un milagro de curación por intercesión de Carlo, ocurrido en Brasil. Carlo Acutis fue beatificado el 10 de octubre de 2020 en Asís, Italia.

Menciono a este joven beato porque es vuestro contemporáneo. En su corta vida utilizó Internet en la obra de evangelización. Como generación joven, seguramente pasas mucho tiempo usando las redes sociales; así es como te comunicas con tus compañeros y amigos, buscas información, y seguramente, también, de forma anónima, intentas liberar tus miedos, deficiencias, fracasos y frustraciones de la vida.

A vuestra joven generación a menudo le faltan testigos mentales cercanos del Evangelio. Tratáis a muchos santos y beatos de la Iglesia como reliquias del pasado. El beato Carlo Acutis es un adolescente que, por su corta edad, está especialmente cerca de vuestro corazón.

Este joven apóstol de Internet puede ser un modelo a seguir para vosotros, jóvenes. Los invito a preguntarse ¿Cómo este joven puede inspirarlos a ustedes?  ¿Qué puede animarlos a hacer? ¿Qué ejemplo les dejó? Me atrevo a pensar que el joven Beato puede enseñarles cómo utilizar Internet, qué información buscar, y también, encontrar respuestas a preguntas sobre el significado de la vida. Él nos enseña cómo hablar de la experiencia de la fe en el lenguaje cotidiano, incluido el lenguaje que usan ustedes, los jóvenes. Era un chico común y corriente, y al mismo tiempo único. Hacía cosas muy cotidianas, involucrando su corazón, como si fuera algo extraordinario. Es un ejemplo de autodisciplina, cuidando el alimento valioso para nuestra alma. Este joven simplemente creía que todo lo cotidiano y ordinario podía llevarse a otro nivel. Gracias a la información religiosa que publicó en Internet, pudo ganar un amplio grupo de amigos.

Era una persona muy sensible, centrado cada día en Jesús Eucaristía, se abrió aún más a las necesidades de los demás, especialmente de los pobres. Asistía a la Eucaristía todos los días, a la que llamaba su “carretera al cielo” personal. También, se detenía para adorar al Santísimo Sacramento y rezaba el Rosario todos los días.

Toda la vida de Carlo demuestra que no es necesario hacer cosas extraordinarias, sino dar un significado extraordinario a las cosas ordinarias. Por último, me gustaría dejaros con una de sus frases que dijo: “La vida es un regalo, porque mientras vivamos en la tierra, podremos aumentar nuestra capacidad de amar”.

Por: Pbro. Dr. Hab. Edward Wasilewski, Diócesis de Valparaíso.

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