Ponencias abordaron temas como La Ley de Identidad de Género, la Dignidad Humana, las obligaciones de los párrocos y de los laicos.
Desde el lunes 8 de julio y hasta el jueves 11, en el Obispado de Valparaíso, tuvo lugar el Ciclo de Talleres “El Derecho Canónico y la Sinodalidad”, organizado por el Tribunal Eclesiástico de la Diócesis de Valparaíso.
La actividad estuvo encabezada por el Vicario Judicial, P. Claudio Ortiz, y contó con la asistencia de Monseñor Bernardo Bastres, obispo emérito de Punta Arenas y miembro del Tribunal Eclesiástico diocesano; del Vicario General, P. Reinaldo Osorio; delegados episcopales, colaboradores del Obispado de Valparaíso, agentes pastorales, secretarias y secretarios parroquiales, sacerdotes, diáconos y equipo del Tribunal Eclesiástico.
La ponencia del primer día fue “Derecho a la Identidad de Género. Ley 21.120” y estuvo a cargo de Raúl Román Ampuero, abogado del Registro Civil e Identificación de Valparaíso. El experto explicó los procedimientos y requisitos para solicitar la rectificación del sexo y nombre registral, así como los alcances de la ley. Además, advirtió que la normativa contempla el delito del uso malicioso del documento de identidad, es decir, de hacer un mal uso del antiguo o nuevo documento de identidad.
“Hemos querido comenzar con este tema de la Ley 21.120 precisamente por el tema, por lo que significa, porque crea para nosotros como Iglesia bastantes desafíos. Entonces que hayan venido sacerdotes, diáconos, secretarias y secretarios parroquiales es para conocer lo que plantea la Ley y después ver cómo nosotros como Iglesia respondemos a ese planteamiento que nos hace la Ley”, indicó el Vicario Judicial, P. Claudio Ortiz.
Además, el sacerdote explicó que “la preocupación nuestra como Tribunal es formar y mostrarnos cercanos a toda la diócesis, por eso estamos hacienda todo este ciclo de charlas y que sean charlas formativas de manera que también todos los agentes pastorales que participen de ellas puedan transmitirlas a sus respectivas comunidades”.
Mientras que el expositor, Raúl Román Ampuero, sostuvo que “la idea el día de hoy era compartir la parte legal, lo que le compete al Registro Civil y mencionar en detalle los requisitos, alcances, de qué manera se está llevando a cabo este trámite en nuestras dependencias a lo largo del país en las distintas oficinas del Servicio y por ello quisimos compartir, en base a la invitación que nos brindaron, con la comunidad, y mencionarles en qué consiste, de qué forma se está llevando a cabo, cuáles han sido las experiencias, las instancias como también hay otro procedimiento que es el procedimiento legal, son otros requisitos, y también los conversamos para disipar algunas inquietudes, dudas que tenía el público”.
Hernán Quilodrán, estudiante de la Casa de Formación Diaconal Felipe Diácono de la Diócesis de Valparaíso, agradeció la instancia y destacó que “es un tema contingente, es una situación que como miembros de la Iglesia nos estamos enfrentando y creo que cada día va a ser con mayor intensidad y hay que tener mucha claridad de concepto para acoger al hermano que viene a pedir un Sacramento, pero también tener la claridad de cuál es el Magisterio de la Iglesia respecto a ello y darle una respuesta con mucho amor, mucha misericordia y acogida pero respetando lo que la Iglesia nos pide y nos enseña”.
La Dignidad Humana
El segundo día, la ponencia fue sobre el Documento del Papa “Dignitas Infinita sobre la Dignidad Humana” y estuvo a cargo del Pbro. Luis Eugenio Meneses Iturrizaga. Durante su presentación, el sacerdote presentó la dignidad desde el enfoque ontológico, social y moral, recordando que “no podemos parcializar la realidad humana, hay que tener conciencia de la Resurrección”. Además, enumeró algunas de las gravísimas violaciones a la dignidad humana que lamentablemente ocurren: pobreza, guerra, condiciones laborales indignas a las que se ven expuestos los inmigrantes, la trata de personas, la compra y venta de órganos humanos, la explotación laboral y sexual de las personas, abusos sexuales y violencia a la mujer.
El P. Luis Eugenio Meneses reflexionó que“pienso que en el tiempo que vivimos, es fundamental que los sacerdotes, las familias católicas y las comunidades volvamos a replantearnos la maravilla de ser hijos de Dios, creados con esta realidad concreta, de nuestro ser humano físico, de nuestro propio ADN, iluminados por una espiritualidad en el alma capaz de ser la que descubre y entrega a los demás la responsabilidad de saber del mundo y amar las realidades y especialmente unos a otros como cristianos. Creo que este renacer se hace cada vez más importante y por eso es que me alegra mucho que vayan a canonizar al niño Acutis porque él trataba de hacer esto mismo que le digo yo, a través de los nuevos medios de comunicación”.
Y agregó que “el desafío fundamental –que tenemos hoy- es la educación, es educar en alegría, no solo educar en una responsabilidad, digamos intelectualmente rígida y fría, sino en la alegría de poder descubrir lo bueno que es ser hijos de Dios”.
Jacqueline Martan, asistente a la actividad, valoró positivamente la instancia formativa. “Muy contenta con la charla, el tema es de actualidad absoluta y los católicos no acostumbramos a formarnos y es muy fácil, todos los documentos están en internet hoy día. Como católicos estamos obligados a formarnos en todos los temas, pero hoy en día especialmente en temas valóricos y humanos. Seguir a Jesús es maravilloso pero no es fácil y require trabajo”, expresó.
Las responsabilidades de los párrocos
La tercera jornada del ciclo de talleres sobre Derecho Canónico y Sinodalidad estuvo enmarcada en el tema de las Funciones del Párroco, que fue presentado por Mons. Bernardo Bastres Florence, sdb.
“El Vaticano Segundo nos recuerda la centralidad del obispo. El primer párroco es el obispo, por tanto, todos los párrocos deben obedecer al obispo”, indicó el expositor. Y agregó que “el párroco es un pastor al que se le confía una comunidad pastoral”. Además, explicó sobre los dos tipos de párrocos: el diocesano y el religioso. Mientras que el primero depende del obispo, el segundo puede ser nombrado por el Superior de la congregación (y en ese caso, le rinde cuentas a la congregación y al obispado), o también puede ser que el obispo le solicite a un religioso ser párroco (y en este caso, necesita la aprobación del Superior de la congregación, y luego le rinde cuentas al obispado).
Además, Mons. Bastres se refirió a la importancia de que los párrocos residan en la casa parroquial, tanto para estar disponibles pastoralmente, como para conocer a los vecinos y el territorio, y participar de la junta de vecinos. Además, enumeró algunos de los deberes de los párrocos, como por ejemplo, según lo estipula el libro de Misa que es público para los bautizados, el párroco debe rezar una Misa a la semana por las intenciones de la parroquia, y el obispo por las intenciones de la diócesis.
También, el Obispo emérito de Punta Arenas y miembro del Tribunal Eclesiástico de la Diócesis de Valparaíso, reflexionó en torno a la realidad sinodal y los desafíos que implica en la vida cotidiana de una parroquia. En este sentido, sostuvo que “la pimera estructura de participación sinodal es la asamblea parroquial y luego el consejo parroquial”. Además, sostuvo que el Código quiere alejar a los sacerdotes de los negocios y quiere dar protagonismo a los laicos con expertiz en materia de Administración y Economía.
“El primer gran desafío que tenemos los que somos párrocos es dejarnos de tener complejos, se acabó la época de aquellos que se portaron mal. Hoy día tenemos que mirar las cosas con esperanza, la gente nos quiere y tenemos que vivir y actuar como personas libres, sabiendo que el Señor nos quiere al frente de su pueblo. Yo creo que reentusiasmarse, todo lo otro está en segundo lugar”, reflexionó.
Alejandro Bravo Díaz, de la parroquia San Benito, indicó que “doy las gracias por la oportunidad de poder formarnos en estos temas, sobre todo esta charla de las funciones del párroco y poder ver cómo ellos nos pueden liderar y acompañar en poder formar y llevar a cabo nuestro trabajo en la comunidad”.
Los deberes de los laicos
La última ponencia fue “Los Fieles Laicos en el Derecho Canónico. Derechos y Deberes”, y estuvo a cargo del R.P. Augusto Rojas Valdivia, aa. El expositor explicó la importancia de la participación y corresponsabilidad de los laicos en distintos aspectos de la vida eclesial, según sus competencias y formación.
Durante su presentación, destacó el rol de los laicos en las funciones ejecutivas y judiciales y también hizo un llamado a revalorizar la función consultiva y a propiciar las funciones deliberativas. Asimismo, advirtió sobre un cierto clericalismo que aún cuesta cambiar, así como también subrayó que hay muchos laicos clericalizados “que no quieren soltar al cura”.
“Estas instancias de talleres de formación para los laicos es algo que en este momento no podemos dejar fuera, si queremos llegar a ser una Iglesia en salida, comprometida, abierta al mundo, los laicos son una pieza fundamental porque todo bautizado en la Iglesia tiene su función, a su modo participa en la actividad eclesial, por tanto, todo laico tiene algo que aportar en los distintos ambientes, desde su propia preparación, sea una persona sencilla, sea un abogado, sea un médico, que este médico en el quirófano sea un buen cristiano, que el abogado defienda causas justas en los tribunales ante las injusticias; estos laicos son la luz que llevamos al mundo donde nosotros no tenemos acceso, son ellos los que están en el mundo trabajador, en el mundo obrero, en el mundo de las empresas, entonces no podemos dejar que el laico sea una segunda categoría sino que es parte esencial del Cuerpo de Cristo”, reflexionó.
Pilar Escobar, de la parroquia San Antonio, Viña del Mar, sostuvo que “esta formación es muy valiosa para nosotros los laicos, el saber cuál es nuestra labor dentro de nuestras parroquias, en nuestra diócesis también, el saber en dónde podemos aportar en esta labor como laicos”.
Por su parte, María Margarita Baeza, de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, Viña del Mar, agradeció la semana de charlas formativas. “Considero que la formación que hemos tenido estos días ha sido extraordinaria y la necesitábamos porque los laicos nos damos cuenta que tenemos la responsabilidad no solamente de evangelizar como catequistas, también en el contexto general de la parroquia, el apoyo que de repente podemos prestarnos en distintos ámbitos. Necesitaba esta formación con respecto al Derecho Canónico, porque de repente somos ignorantes (…), necesitamos conocer el aspecto legal que nos compromete, nos motiva, sobre todo en los aspectos sinodales”, expresó.
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