Diácono Jorge Pizarro, testigo del diaconado en nuestra diócesis

Esta semana falleció el Diácono Jorge Pizarro, sus funerales se realizaron el miércoles 21 de Agosto en la Parroquia Santa María Madre de la Iglesia. Para recordar su memoria su comunidad de Quilpué nos entrega esta significativa semblanza de su vida.

Fue en el Concilio Vaticano II, epicentro renovador de la Iglesia, y en el contexto de la Constitución Dogmática Lumen Gentium, que se restableció para la Iglesia Católica el Diaconado Permanente. Este ministerio por siglos había quedado supeditado sólo a su dimensión transitoria camino al sacerdocio.


El 4 de septiembre de 1967, la Conferencia Episcopal de Chile, la primera en pedirlo a nivel mundial, solicitó a la Santa Sede la autorización para establecer el diaconado permanente en Chile, con los siguientes propósitos: «…para mantener la fe en las comunidades aisladas, para fortalecerlas en las comunidades numerosas de las ciudades y en los barrios populares, para suplir la escasez de sacerdotes y al mismo tiempo para enriquecer el apostolado de la Iglesia».


Con fecha 5 de diciembre de 1967, la Santa Sede aprobó la referida solicitud, según el Motu Proprio “Sácrum Diaconatus Ordinem”. En mayo de 1968, la Conferencia Episcopal de Chile aprobó un breve «Reglamento para el diaconado permanente en Chile». El año 1969 fue ordenado el primer diácono de nuestra diócesis Don Guillermo Máximo Valdés, de manos del Obispo de Valparaíso Monseñor Emilio Tagle Covarrubias. Jorge lo haría sólo 5 años después.

Hablar de Don Jorge o nuestro hermano Jorge, es hablar de un Hermano mayor en la fe. Casado con Anita León, fueron padres de 4 hijos. Profesor Normalista desarrolló una extensa trayectoria profesional desempeñándose como profesor, Sub director del Liceo “Alejandro Lubet Vergara” de Quilpué y ocupando importantes cargos tales como Director de Educación Provincial de San Felipe y los Andes y finalmente Director Provincial del Tercer Sector de Valparaíso.


Fue a través del proceso de catequesis de uno de sus hijos, que se acercó a la Parroquia de su sector, Santa María Madre de la Iglesia, ahí pese a sus primeras oposiciones Dios habló en su corazón, lo fue conquistando y seduciendo. (“Me sedujiste, SEÑOR, y yo me dejé seducir! Fuiste más fuerte que yo
y me venciste. Todo el mundo se burla de mí; se ríen de mí todo el tiempo”. Isaías 21,7-11)

Pocos años después, el 31 de marzo de 1974, por la imposición de las manos de Mons. Emilio Tagle Covarrubias, nuestro hermano Jorge Pizarro recibía el Orden Sagrado del Diaconado Permanente en su Parroquia. Este ministerio lo ejerció durante 50 años al servicio del Pueblo de Dios. Su ministerio diaconal fue fructífero y abundante en bien de los que lo necesitaban y requerían. Supo servir a su parroquia, ser un gran colaborador de sus párrocos y obispos.


El año 2005, fue convocado a formar parte del primer Consejo de la naciente Escuela diaconal de la diócesis de Valparaíso, ahí compartió el trabajo con los DP Juan Carlos González, Luis Rojas, Daniel Sobarzo, Enrique Gálvez, Ramón Gutiérrez y el Pbro. Roberto Pinto. Esa fue una ardua tarea que desarrolló con ahínco, pasión, sabiduría y perseverancia durante muchos años, sólo el debilitamiento de su salud le hizo dar un paso al costado. Notable era su entrega con los estudiantes y sus señoras esposas. Su contribución al diaconado no se limitó a nuestra diócesis, pues durante 4 años fue parte de la Comisión Nacional del Diaconado Permanente.

Jorge, junto a los hermanos del Consejo diaconal, desarrolló una labor infatigable para impulsar este ministerio en la diócesis, de ahí la importancia que veía en el surgimiento de la Escuela diaconal, en la acogida a los estudiantes, el acompañamiento, la formación, la vida espiritual, pastoral y familiar. Felizmente sus esfuerzos, los de los demás hermanos y gracias a la acción del Espíritu Santo, permitieron que la Escuela diaconal diera frutos abundantes. El año 2010 se ordenaban los primeros 7 diáconos egresados de la escuela, desde esa fecha hasta hora más de 50 hermanos han recibido el Orden Sagrado, de ese modo nuestra diócesis, después de Santiago es la que tiene más cantidad de diáconos permanentes y de las pocas con una escuela diaconal con formación permanente y continua.

Sin lugar a duda que Jorge supo ver en Cristo un horizonte de crecimiento e identificación, especialmente en su condición de servidor (Jn 13, 5-14). Aquí encontró una fuente inagotable de espiritualidad que orientó su vocación, lo condujo a desarrollar su ministerio y misión al servicio de los demás.

Descansa querido hermano en la fe, gracias por tu testimonio de vida en medio nuestro, por tu servicio fiel y abnegado. Ahora caminas en la Iglesia celestial, acompáñanos y ayúdanos en nuestras tareas. Quienes te conocimos hoy tomamos tu legado, y esperamos ser dignos herederos de todos tus beneficios, sabiduría y enseñanzas.
Descansa en Paz.


Mario Rojas Martínez (D.P)


Villa Alemana, 20 de agosto del 2024

*Fotografías: https://www.facebook.com/parroquiasol

Visto 692 veces,  6 vistas hoy