El domingo 20 de octubre se celebró el Domingo Universal de las Misiones, DUM, jornada que en el Santuario Nuestra Señora Purísima de Lo Vásquez reunió a representantes de comunidades de Quilpué (Nuestra Señora del Rosario, Sagrados Corazones de Jesús y María, de Peyronet, y Santa María Madre de la Iglesia, de El Sol), y de la parroquia Nuestra Señora de los Desamparados de Quillota.
La iniciativa fue encabezada por el P. Mario Mardones, director de las Obras Misionales Pontificias de la Diócesis de Valparaíso, y lo acompañaron Doris Bustos, secretaria de Áreas Pastorales, y encargados y asesores de Infancia Misionera de las comunidades parroquiales.
Durante el encuentro los asistentes compartieron el desayuno y almuerzo, momentos de juego y recreación, además rezaron el Rosario Misionero y participaron en la Eucaristía en el Santuario.
El P. Mario Mardones expresó que “ha sido una mañana muy entretenida, muy alegre, donde hemos disfrutado del Rosario Misionero, de la Eucaristía, donde la invitación del Evangelio es dar lo que está vivo dentro de cada uno de nosotros, es nuestra alegría, nuestra fe, nuestra esperanza, nuestro afecto, nuestro cariño, nuestra dulzura, porque un misionero tiene que tener todas esas cualidades y virtudes, y un niño misionero tiene que ayudar a que otros niños participen de esta Obra Misional Pontificia”.
En tanto que Lorena Suárez, asesora en Infancia Misionera de la parroquia Sagrados Corazones de Jesús y María, Quilpué sostuvo que “para nosotros como Infancia y Adolescencia Misionera este día es muy importante ya que celebramos a nivel mundial el Domingo Universal de las Misiones donde rezamos por cada uno de los niños del mundo y hacemos este momento de comunidad donde cada parroquia trae su delegación de niños con sus respectivos papás, mamás, abuelitos, quienes nos acompañan el día de hoy, para celebrar juntos este día tan importante”.
Evaluación positiva
Martina, de la parroquia Sagrados Corazones de Jesús y María, Quilpué, indicó que “pertenezco a la Infancia Misionera desde los cinco años, ya serían once porque tengo dieciséis años, llevo tantos años de Infancia porque me gusta mucho este grupo ya que puedo conocer gente nueva, desarrollar nuevas habilidades, tener diferentes experiencias, por ejemplo una de las que más me gusta es el DUM, que es el día que estamos hoy donde siempre lo celebramos en Lo Vásquez y este año ha sido muy bonito, la organización ha sido excelente”.
Angélica Sepúlveda, de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, de Quilpué, agregó que “este día estamos viviendo un momento muy importante para nosotros, para la Infancia, porque los niños vienen a disfrutar, a conocerse entre sí y a aprender qué es lo que el Señor quiere para cada uno de nosotros. Aquí con los niños estamos celebrando con mucha alegría y en mucha hermandad”.
De la parroquia Nuestra Señora de los Desamparados, de Quillota, Leonor Ogaz destacó que “me ha gustado mucho venir para acá con la familia”. Facundo Reyes agregó que “me ha parecido increíble, me ha gustado todo, desde el lugar a las actividades, todo”. Y también, Giovanny Gaete, expresó que “me ha encantado mucho las actividades que se han hecho, y cómo lo hacen acá, me ha gustado también porque he convivido con amigos”.
Asimismo, de la parroquia de El Sol, Alberto Villafaña indicó que “esta actividad me ha parecido bastante buena, desde el inicio se ve que estamos bastante unidos y esperar la diversión en este día que está asegurada”. Y María Gracia Kramar se refirió a la jornada: “esta fue una experiencia muy bonita, fue muy divertido y esperamos seguir pasándolo bien”, sostuvo.
Eucaristía
Los asistentes participaron en la Santa Misa, la cual fue presidida por el P. Mario Mardones y lo acompañó el rector del Santuario, P. Winstor Hardy. En su homilía, el director diocesano de las Obras Misionales Pontificias rescató los inicios de la Infancia Misionera y remarcó que la misión no es sólo hacia afuera “porque los niños están llamados a misionar a otros niños, en sus familias, a sus padres”. Además, destacó la importancia del servicio, la alegría y la humildad como rasgos propios de los cristianos.
Además, durante la Eucaristía, fueron llamados al altar María Cristina Marín Latorre y Arnoldo Augusto Herrera Rivera, quienes recibieron una bendición y un cálido saludo por su 50° aniversario de matrimonio.
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