
Participaron autoridades, representantes de Casas de Estudios Superiores y colegios, el Cuerpo Consular de Valparaíso, la Fraternidad Ecuménica y el Diálogo Interreligioso, Defensa Civil, Carabineros, FACH, religiosas, sacerdotes, diáconos y Pueblo de Dios.
Este martes 22 de abril, cientos de fieles, autoridades locales, religiosas, sacerdotes y diáconos permanentes se reunieron para rezar por el eterno descanso del Papa Francisco, quien partió al encuentro con el Señor el lunes 21, a las 7:35 horas (Roma) en su apartamento de la Casa Santa Marta.
La máxima autoridad de la Iglesia Católica falleció tras haber sufrido un derrame cerebral, que le provocó un colapso cardiovascular irreversible, según lo confirmó el profesor Andrea Arcangeli, director de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, en el informe de defunción publicado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
La Santa Misa por el eterno descanso del Papa Francisco se celebró este martes 22 de abril en la Catedral de Valparaíso, fue presidida por el Obispo diocesano, Mons. Jorge Vega Velasco, y concelebrada por el Obispo Auxiliar, Mons. Mario Salas, el Obispo de San Felipe, Mons. Gonzalo Bravo, sacerdotes y diáconos permanentes.
Hasta la Catedral llegaron autoridades como la Jefa de Carabineros V Zona, General Patricia Vásquez, el Asesor de la Oficina Regional de Asuntos Religiosos, ONAR, Caleb Fernández, diputados, representantes del Cuerpo Consular de Valparaíso, de la Defensa Civil, la Fuerza Aérea, también la decana de la Facultad Eclesiástica de Teología PUCV, Loreto Moya, colaboradores y funcionarios de la PUCV y del Obispado de Valparaíso, representantes de Duoc UC Sede Valparaíso, equipos directivos de colegios católicos, representantes de la Fraternidad Ecuménica y el Diálogo Interreligioso, comunidades diocesanas, religiosas y Pueblo de Dios.
En su homilía, Mons. Jorge Vega expresó: “Estamos con el corazón conmovido por el fallecimiento del Santo Padre, un hombre que marcó profundamente nuestra época. El primer Papa latinoamericano en llegar a la Cátedra de Pedro quiso escoger como nombre el del Pobre de Asís, para indicar con ello que hacía una elección especial por los pobres desde el primer día de su servicio a la Iglesia.
Cuando Jesús le preguntó a Pedro: “¿Me amas?”, no buscaba una simple respuesta, sino una entrega total con el corazón bien dispuesto. Francisco, como Pedro, respondió con su vida entera: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Y ese amor lo llevó a apacentar el rebaño de Cristo en tiempos inciertos, en un mundo herido por la indiferencia, la injusticia, la división.
El Papa fue un hombre que amó a Dios y a la Iglesia hasta el final. Francisco no tuvo miedo de tocar las llagas del mundo. Siempre me sorprendió su valentía, una valentía sencilla, evangélica, profundamente pastoral”. En este sentido, el Obispo explicó que el Papa amó valientemente a Jesús en los migrantes, en el respeto por la casa común y el cuidado de la ecología, en la promoción del diálogo interreligioso y en la continua invitación a la Iglesia a salir de sí misma y misionar.
Y finalizó: “Damos gracias por su Pontificado, y le pedimos al Dios de la Vida que lo reciba en su Eterna Amistad, y le conceda la Paz definitiva que buscó sembrar en su paso terrenal”.
Repercusiones del fallecimiento del Papa
Líderes de todo el mundo lamentaron el fallecimiento del Sumo Pontífice, quien supo ganarse el respeto y cariño de la gente por su testimonio de vida, su sencillez, humildad y cercanía. En Chile, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal emitió un mensaje en el que expresaron su profundo dolor y animaron a las comunidades a vivir este tiempo con fe y esperanza en la Resurrección. “En este Lunes de Pascua, cuando la Iglesia celebra con gozo la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, el Dios de la Vida ha llamado a su presencia a nuestro querido Papa Francisco.
El dolor por su partida nos conmueve profundamente, pero la esperanza que brota del Evangelio y que él proclamó tan intensamente, nos consuela y sostiene. Hoy, con el corazón lleno de gratitud, encomendamos su alma al Padre misericordioso, con la certeza de que el Buen Pastor lo ha recibido en su Reino de paz”.
En Valparaíso, el mismo lunes 21, la Catedral de Valparaíso tocó 88 campanadas y se izó la bandera del Vaticano a media asta, luego, tras haberse confirmado que el Estado declaró tres días de duelo nacional por este triste acontecimiento, también se izó a media asta la bandera chilena. A las 12:30 horas, se celebró una Eucaristía en la que se congregaron autoridades y fieles para rezar por el Papa “del fin del mundo”. Asimismo, parroquias y capillas organizaron Eucaristías para despedir al Santo Padre.



























































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