En la Eucaristía, sacerdotes y diáconos permanentes rezaron por el descanso eterno del Santo Padre Francisco.
El jueves 24 de abril, se llevó a cabo la reunión mensual del clero en la parroquia San Antonio de la Ciudad Jardín. El encuentro comenzó con una Eucaristía en la que se rezó por el eterno descanso del Santo Padre Francisco, lo cual fue muy especial para los participantes, quienes valoraron y agradecieron profundamente esta iniciativa.
El P. Alejandro González, párroco de las parroquias Santo Nombre de Jesús y San José, de La Calera, destacó que “empezar una reunión del clero rezando por el Santo Padre es confirmar que, para los católicos, especialmente los sacerdotes también, la oración por el Santo Padre es rezar también por la unidad de la Iglesia, con mucho cariño rezamos por el eterno descanso del Papa, por todo el bien que hizo, rezamos por habernos confirmado también en ese amor tan entregado por los más pequeños, los más necesitados, por los que están más lejanos incluso en la misma Iglesia, y de eso tenemos que dar gracias a Dios porque nos exige a nosotros salir de nosotros mismos y salir al encuentro de los demás como Jesús también lo haría. Y como ya he dicho también, confirmar la unidad, a nosotros ahora nos corresponde rezar por el nuevo pastor que el Señor nos regalará en la decisión de los cardenales”.
Mons. Bernardo Bastres, Obispo emérito de Punta Arenas, manifestó que “el Papa, el obispo de Roma, es el centro de nuestra comunión, una de las cosas bonitas que nos dejó Jesucristo es justamente la figura de Pedro y en torno a Pedro gira la Iglesia, independientemente de lo que uno pueda pensar sobre Pedro, pero creo que eso es bonito. Y el haber empezado una reunión justamente recordando al obispo de Roma que ha vuelto a la Casa del Padre yo creo que nos hace bien como clero porque nos vuelve a poner en esta centralidad de la Iglesia, somos una Iglesia universal, pero al mismo tiempo con un corazón que parte de Roma”.
El diácono permanente de la parroquia Sagrados Corazones de Jesús y de María, Archivaldo Tapia, expresó que “el Santo Padre nos ha dejado un gran legado, en su primer libro que leí de él nos invitaba a ser una Iglesia en salida, y ahí comienza este gran paso para que seamos misioneros en cada uno de los lugares”. Además, agregó que espera que “los diáconos permanentes podamos servir y ayudar a la misión que el Papa nos dejó como herencia”.
Presentación de la Pastoral del 1%
Tras la Eucaristía y el compartir fraterno, tuvo lugar el tercer momento de la jornada, en donde se desarrolló una presentación sobre la pastoral del 1%. Para ello expusieron Pablo Araya, encargado diocesano del 1%, quien abordó la realidad de la pastoral en la diócesis de Valparaíso; también fue parte del equipo Mons. Mario Salas, vicario pastoral, quien ofreció una mirada pastoral sobre la misión evangelizadora del 1%. Finalmente, el P. Marcelino Toro, vicario ecónomo, concluyó la exposición con un llamado a los asistentes a trabajar con mayor ahínco el 1% en sus respectivas comunidades.
Pablo Araya, destacó que “en primer lugar, dar gracias al Señor porque hablar del dinero no es un tema fácil, siempre tenemos resistencia a eso, quizás porque somos personas de poca fe, y cuando nos ponemos a merced del Señor, nos damos cuenta que es más fácil liberarse de todo ese tema de la retención del dinero. Me voy contento de esta reunión y de la acogida de los sacerdotes”.
Mientras que el P. Marcelino Toro sostuvo que “hoy día pudimos compartir respecto a la contribución a la Iglesia, el 1%, así lo conocemos, y también desde nuestra vida eclesial, parroquial, la misión nuestra como sacerdotes, la misión con los servidores del 1%, y poner en toda nuestra gestión lo que llamamos los bienes de la Iglesia, el Don Divino, el Don de Dios, todo el bien que hace la Iglesia se debe a la colaboración mutua, esto no es algo que escapa al Don Divino, espiritual, es parte, los bienes de la Iglesia, los bienes temporales, son parte de la vida de cada día, y cuando lo llevamos desde ese espíritu de Dios en el compartir, en la fraternidad, en la unidad, en la fe, podemos hacer grandes cosas en el bien espiritual y en el bien material”.
Finalmente, el P. Winstor Hardy, delegado episcopal para los presbíteros, recapituló: “En esta oportunidad tuvimos la intención hermosa de rezar por el eterno descanso del Papa Francisco, pidiéndole al Señor que lo recompense por todo el bien que ha realizado y también, nos reunimos para reflexionar sobre el aporte de cada católico de su 1% para todas las obras de evangelización dentro de la Iglesia”.
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