La experiencia del Mes de María este año tuvo un toque aún más especial. Creo que el grupo que participa cada año en él formó lazos fuertes. Llevamos muchos años reuniéndonos, pero este año logramos concretar el sentirnos una verdadera familia, preocupada de nuestra “casa” (capilla), de comprarle lo que necesita y de aportar con un granito de arena para nuestros hermanos que pasan por necesidades.
Es por esto que durante este mes aportamos moneda a moneda, y logramos juntar lo necesario para comprar algunos objetos litúrgicos que era necesario renovar, como el corporal, purificador, palia y manutergio, así como velas y manteles para la credencia y demás mesas; pero una de las cosas que nos hizo sentir mejor aún fue el poder ayudar con dos canastos llenos de mercadería para el comedor abierto parroquial y como dijo el padre Carlos, es muy lindo que el mes de María suscite en nosotros el hacer buenas obras y nos haga preocuparnos de tener cosas lindas en la comunidad como los objetos litúrgicos nuevos y preocuparnos por nuestros hermanos. Creo que el espíritu navideño ya se instaló en la comunidad de la Anunciación.
Fuente: Patricia García y Mauricio Tobar, Equipo de Comunicaciones Parroquia Santa Filomena de Quintero
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