En la Parroquia de San Miguel de Viña del Mar a cargo de los Padres Capuchinos, se celebraron las festividades de San Miguel – Santo Patrono de nuestra Parroquia y de San Francisco.
Esto comenzó el viernes 25 de septiembre a las 19.30 horas en la Capilla de Santa María, con una reflexión en torno a la Palabra de Dios y la presencia del Señor en nuestras vidas. Dirigida por el Párroco, Padre Pastor Salvo Beas. Actividad que tuvo una duración de 90 minutos app. y finalizó con una breve y fraternal convivencia.
Mientras que el martes 29 a eso de las 16.00 hrs. un equipo de hermanas de la Pastoral Social de la Parroquia visitó el hogar de niños ubicado entre las calles Los Baños y Diego Portales, para entregarles algunas ayudas y facilitarles sus vidas y hacérselas más agradables y cercas del Reino del Señor.
El sábado 03 de octubre a las 17.00 hrs. se hizo un Encuentro en Torno a San Francisco, actividad organizada por la Fraternidad de la Orden Franciscana Seglar y los hermanos de la Fraternidad de Laicos Capuchinos, ambas comunidades participan en nuestra parroquia. A ella también fueron invitados hermanos que participan en diferentes actividades de nuestra vida eclesial. Esta actividad también contó con la presencia y participación de los hermanos Capuchinos Juan Nahuel y Pastor Salvo Beas. Finalizó con participación de todos los presentes en la misa de la tarde.
Finalmente, se celebró el día de San Francisco, el domingo 04 de octubre, con la misa de 12. 00 hrs. donde se contó con la participación del coro Cantoría Juventus, que animó durante toda la Eucaristía con sus cantos especialmente preparados para esta ocasión. Quién presidió la celebración litúrgica fue el Padre Pastor Salvo Beas y más abajo pueden encontrar su homilía en esta festividad tan importante para el franciscanismo.
Durante la tarde, a eso de las 16.00 hrs. El Padre Pastor es quien hace la tradicional bendición de los animales – mascotas, de los vecinos que se acercan al lugar acordado con anticipación que es en la plazuela de los Capuchinos ubicada en calle Balmaceda a un costado del templo Parroquial.
Homilía para el día de San Francisco
1.- Hoy la liturgia nos permite celebrar con alegría y fe una fiesta muy especial. Aun cuando es el Día del Señor, sin embargo celebramos a un cristiano, a un creyente, a un santo: a Francisco de Asís, fundador de lo que hoy llamamos la “Familia franciscana”.
A la luz de los textos nos podemos dar cuenta que Francisco fue, en verdad, el que brilló como un lucero en medio de la Iglesia, de la Iglesia de la oscura Edad Media como en la oscura Edad contemporánea. Sí, porque en ambas Edades invadió a la sociedad una gran oscuridad; la oscuridad de la ignorancia de Dios, que le ha llevado a cometer grandes y graves atropellos, no sólo contra la humanidad, sino también contra la Casa común, la naturaleza. Ya que, quien desconoce a Dios termina desconociendo a sus semejantes y a su entorno. Por eso Francisco de Asís, a pesar del tiempo, sigue siendo actual. ¿Por qué sigue siendo actual un hombre simple, pobre y sencillo?
2.- A Francisco se le podría catalogar como el enamorado de Cristo. Desde que descubrió a Cristo su vida cambió. En su triple descubrimiento fue marcado en su espiritualidad y estilo de vida. Porque él –Descubrió a Cristo ante el crucifijo de san Damián, quien le pide que repare su iglesia que amenaza ruinas. –Descubrió a Cristo en la persona del leproso, al que besó y sirvió. –Descubrió a Cristo en su evangelio, que practicó con docilidad. Este triple descubrimiento hace de Francisco un enamorado del crucificado, de los hermanos y de la creación. Supo descubrir que Dios es su Padre; sintió y vivió esta paternidad sintiéndose hijo de Dios y hermano de todos, sin excluir a nadie. El manifestó una atención particular hacia la creación de Dios y hacia los más pobres y abandonados. Amaba y era amado por su alegría, su entrega amorosa, su corazón universal. Hoy, cuando el mundo, la sociedad, la Iglesia amenazan ruina, el Señor vuelve a decir a Francisco, a nosotros, a todos: Repara mi casa, repara este mundo tan contaminado, repara mi Iglesia tan salpicada de pecado y de injurias, repara a los hombres, tan atropellados, ignorados y excluidos.
3.- Francisco de Asís era un místico y un peregrino que vivía con simplicidad y en una maravillosa armonía con Dios, con los otros, con la naturaleza y consigo mismo. En él se advierte hasta qué punto son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior.
Desde este contexto Francisco nos enseña dos cosas: cortesía y respeto.
Cortesía: que, según el decir de Francisco, es una virtud divina. Dios es cortés, porque cuando la creación “El vio que todo era bueno” (Génesis 1,31) Saber ver y descubrir la bondad intrínseca en todo lo creado. Francisco siempre vio lo bueno en todos, incluso en el musulmán que la cristiandad quería eliminar. La bondad en las personas, en los animales, en todo.
Respeto: de esta cortesía nace el respeto por todo, especialmente por los excluidos, los invisibles. Al punto que él es considerado el Patrono de la ecología.
Modelo viviente de todo esto tenemos en nuestro buen Papa Francisco, que con sus palabras y gestos nos indica cómo debemos ser y actuar. Gran enseñanza encontramos en su última Encíclica “Laudato si”, que escribiera precisamente a propósito del tema del cuidado de la Casa común.
Celebremos, pues a este santo patrono nuestro y de él aprendamos a ser verdaderos cristianos.
Fuente: Equipo de Comunicaciones Parroquia de San Miguel
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