Al padre José Darío se lo recordará siempre sonriente, saludando con cariño a todos quienes participaban en sus celebraciones eucarísticas. Se le recuerda por su afabilidad, despidiéndose de cada uno a la salida del templo. Dedicado a la administración de la Confesión y la dirección espiritual. Su última actividad fue participar junto a sus hermanos sacerdote diocesanos en la Misa del 4 de agosto pasado celebrando el día del sacerdocio y del Párroco. El Padre José Darío Zenteno falleció ayer a los 82 años de vida y 58 años de sacerdocio.

En su misa de despedida fue acompañado por sus familiares, fieles de las comunidades donde estaba colaborando, seminaristas, religiosas, diáconos permanentes, y sacerdotes tanto de la Diócesis de Valparaíso como del Obispado Castrense.

El Padre José Darío Zenteno Olguín era Capellán Naval jubilado, pertenecía al Obispado Castrense de Chile y los quince últimos años de su vida ayudó con mucho cariño y entusiasmo en las Parroquias “Santa María Madre de la Iglesia” de El Sol, “Nuestra Señora del Rosario” de Quilpué y “Santa María de los Ángeles” de Reñaca. Además, participaba en todas las actividades del Clero de la Diócesis de Valparaíso.

En su homilía, Mons. Gonzalo Duarte, Obispo de Valparaíso, señaló que todos quedamos sorprendidos con la muerte del Padre José Darío. “En estos últimos años se integró a nuestro Clero, nunca faltaba a ninguna actividad. El padre fue un hombre muy apegado a la Iglesia y a su Clero. Sus últimos años de sacerdote los sirvió en las Parroquia Santa María Madre de la Iglesia de El Sol y Nuestra Señora del Rosario de Quilpué. Nosotros tenemos la posibilidad de servir en nuestro ministerio hasta el final de nuestras vidas. Nunca nos jubilamos como sacerdotes, todos los días podemos ofrecer la Eucaristía, la Liturgia de las Horas pidiendo por nosotros y por el mundo entero. Para nosotros fue un gran colaborador, lo conocí en el Obispado Castrense, siempre dispuesto, acogedor, alegre”.

Mons. Duarte finalizó su homilía invitando a los presentes a dar gracias por el testimonio del Padre José Darío Zenteno y a seguir rezando por las Vocaciones Sacerdotales. 

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