“No tenemos que permitir que nos roben la Semana Santa”, dijo el sacerdote José Antonio Atucha, párroco del Sagrado Corazón de Jesús de Quilpué, al instar a los feligreses que concurrieron a la misa dominical del mediodía a vivir con verdadero sentido religioso la fecha en que la Iglesia Católica conmemora la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
El sacerdote invitó a la asistencia a participar del programa preparado para esa semana y llamó especialmente a los jóvenes a vivir el retiro dedicado a ellos.
La prédica dominical estuvo centrada en el Evangelio, que “nos muestra a Jesús como la luz del mundo”, dijo el párroco, agregando que “los seres humanos tenemos limitaciones. Nosotros vemos un aspecto de la vida”, tras lo cual hizo una asociación con un fruto, del que se ve una cara cuando se lo mira, y con la luna, que tiene un lado oscuro.
“Dios nos ilumina para decirnos cómo tenemos que vivir”, afirmó, y tomó ejemplos de la vida cotidiana para expresar que muchas veces “no vemos los gestos que hacen los demás con preocupación y cariño”. Asimismo, sostuvo que en ocasiones no se perciben los estados de ánimo de la propia familia, con la que se convive en el hogar, sus penas y tribulaciones. “Nadie se acerca a preguntarle qué le pasa y la persona se hunde en la soledad”, estando aparentemente muy acompañada por sus familiares.
El sacerdote expresó que hace falta ver qué rumbo tiene la vida que cada uno está llevando y el conocimiento de Jesús permite que “su luz disipe toda tiniebla”.
En este sentido, llamó a leer la Biblia, ya que “cada vez que la abrimos encontramos esa luz” e invitó a “llevarle esa luz a alguien más. En el mundo hay muchas oscuridades, pero Cristo nos ilumina”.
El sacerdote instó a vivir con alegría. “Viva feliz, hay muchas cosas lindas en su vida. Cuando ve una planta brotar, la sonrisa de un niño o la cara feliz de sus padres cuando los visita. Vea todo lo bueno que hay en su vida”, dijo.
Finalmente, el párroco llamó a ser generosos con quienes tienen menos, colaborando con alimentos para el comedor parroquial y para las personas que llegan a la parroquia a solicitar ayuda. Para ello, bajo el altar hay una cesta destinada a recibir la ayuda fraterna y también se pueden entregar los aportes en la secretaría.
LECTURA COMPARTIDA
En otro orden, el padre Atucha recordó que todos los miércoles, después de la misa de las 19 horas, se realiza la Lectio Divina, que es una lectura ý reflexión compartida de la Biblia.
El templo parroquial del Sagrado Corazón de Jesús de Quilpué se encuentra ubicado en el paradero 30 y medio del camino Troncal urbano, avenida Los Carrera.
Fuente: Sandra Pizarro, Comunicadora Parroquial
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