Alegría, cantos, procesiones, palmas y ramos en alto fue el marco de la celebración del Domingo de Ramos en las parroquias y capillas de la Diócesis de Valparaíso.

Mons. Gonzalo Duarte, Obispo de Valparaíso presidió la Misa de 12:30 horas en la Iglesia Catedral de Valparaíso. La bendición de ramos la realizó en el atrio de la Parroquia Espíritu Santo y luego en procesión y acompañado de feligreses ingresó a la Catedral donde lo esperaban más fieles quienes entonaban el canto de entrada y movían sus ramos mientras el obispo los bendecía.

En su homilía Mons. Gonzalo Duarte señaló que el domingo de ramos es un día de fiesta, de alegría. En este día, las lecturas recuerdan la Pasión del Señor. “Todos vamos a morir, pero no sabemos ni el día ni la hora. Estén preparados. Pero la muerte no es el fin de la vida”.

“Esta Semana Santa nos prepara para celebrar la Resurrección de Jesús que es la esperanza de nuestra futura resurrección. En este mundo donde hay tantas penas también hay lindas noticias. El Señor nos dice que todo en la vida está orientado hacia el triunfo de Jesús. En este camino no estamos solos, vamos juntos como Iglesia y acompañados de nuestra madre la Virgen Santísima. Ella que lo acompañó en todo momento, también nos acompaña en el camino hacia el Señor”.

Procesión del Cristo Atado a la Columna

Por la tarde, se realizó la tradicional procesión del Cristo atado a la Columna que partió desde la Parroquia de Los Doce Apóstoles y recorrió calles del Barrio Almendral hasta llegar a la Capilla del Colegio San Pedro Nolasco donde se celebró la Eucaristía.

Esta procesión que es propia de los porteños y que es muy antigua contó con la presencia de cientos de fieles quienes rezaron cada uno de los misterios del rosario con mucha devoción.

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