Obispo de Villarrica presidió Eucaristía en el centro penitenciario de Rapa Nui

Con motivo de la celebración de los 160 años de evangelización en Rapa Nui, el viernes 05 de enero se llevó a cabo una Eucaristía en el complejo penitenciario de la isla. La ceremonia fue presidida por el Obispo de Villarrica, Monseñor Francisco Stegmeier y concelebraron el Nuncio Apostólico, Obispos y presbíteros que se encontraban en Rapa Nui para este hito. A la actividad asistieron funcionarios de Gendarmería, internos y sus familias, y la comunidad parroquial.

En su homilía, Monseñor Stegmeier agradeció la invitación de presidir la Santa Misa en el día en que 22 años atrás se fundó la Diócesis de Villarrica, con lo cual Rapa Nui pasó a ser acompañada pastoralmente por la Diócesis de Valparaíso. “Para Rapa Nui es muy importante el corazón de Jesús, de allí viene el hno. Eugenio, y también para la Diócesis de Villarrica, de hecho, es nuestro patrono y tenemos tres parroquias que llevan el nombre de “Sagrado Corazón de Jesús”. ¡Qué hermoso que el Señor nos regale la providencia de celebrar esta Misa en este primer viernes del mes!”.

Además, en la oportunidad el Obispo reflexionó acerca del Amor de Dios: “Hoy el Señor nos habla de su amor, “tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo a salvarnos”. Además, sostuvo que reconocer que somos pecadores nos hace iguales porque nos muestra que todos somos creados por Dios y que también somos amados por Él. Y por eso el Amor es la clave de nuestra comprensión de la fe cristiana. El Amor consiste en que amamos porque Él nos amó primero y ese amor se manifiesta, por ejemplo, en la imagen del Padre que sale a recibir al hijo pródigo y en la imagen del Buen Pastor que va a buscar a la oveja perdida, no es la oveja la que busca al pastor, sino el pastor que sale a buscarla porque la ama, y la oveja perdida somos nosotros”.

Tras finalizar la Eucaristía, se compartió un curanto preparado por los internos y el personal del recinto.

Por su parte, la Jefa Subrogante del Centro Penitenciario, Mariana Castillo, expresó: “Para nosotros como Gendarmería recibir a esta delegación de grandes autoridades eclesiásticas es un orgullo, es un reconocimiento hacia los internos”. Además, explicó el trabajo colaborativo que realizan durante el año con la parroquia: “Acá todos los días se celebra una Misa corta y una vez al mes se recibe al Padre para que esté más cerca de los internos y de los funcionarios, y si bien hay internos y funcionarios de distintas religiones, siempre están todos dispuestos a colaborar y siempre con mucho respeto. Estamos trabajando con ellos para darles una mayor dignidad a la población penal”.

Luego, la comitiva eclesiástica y las Ministras de la Comunión se organizaron en cuatro grupos y fueron a visitar personas postradas y con problemas de salud que se encontraban en el hospital o en sus casas, y también asistieron a un hogar de personas mayores. Durante estos encuentros les dieron la Comunión y rezaron por y con ellas.

Una evangelización inculturada

Ese mismo día, por la tarde, tuvo lugar la conferencia “Una Evangelización Inculturada”, a cargo de la Doctora HC, Sonia Haoa Cardinali.

Puedes ver la conferencia aquí.

Posteriormente, el P. Sandro Mancilla celebró la Eucaristía de la tarde en la parroquia.

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