Con exposición de Monseñor Jorge Vega dio inicio el curso de Liderazgo para la transformación política y social de Chile en la PUCV

Instancia tiene por objetivo entregar una formación integral a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, a estudiantes de la Educación Superior.

Con una amplia convocatoria dio inicio el curso de formación para el Liderazgo y Transformación de la realidad política y social de Chile, organizado por la Academia de Líderes Católicos de Valparaíso, con el apoyo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso a través de la Cátedra Internacional de Doctrina social de la Iglesia y la Dirección de Asuntos Internacionales.

La instancia tiene por objetivo entregar una formación integral a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, a estudiantes de la Educación Superior de la diócesis de Valparaíso. La actividad contó con la participación de un grupo de 25 asistentes, conformado por estudiantes de la PUCV, de la Universidad de Valparaíso, una egresada de Duoc UC Sede Viña del Mar, alumnos del colegio Montemar y jóvenes de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, de Quilpué.

La primera ponencia estuvo a cargo de Monseñor Jorge Vega Velasco svd, obispo de la Diócesis de Valparaíso, quien presentó acerca de la Iglesia de Chile y de la diocesana. En este marco, explicó que la iglesia de Valparaíso está caminando hacia su Centenario, y esto se enmarca además en el proceso sinodal. También, indicó que el Santuario Mariano más grande de Chile es el de Lo Vásquez, el cual cada 8 de diciembre recibe a miles de peregrinos.

La segunda presentación fue de carácter testimonial, ocasión en la que Marisol Pérez Tello, Ex ministra de Justicia y Derechos Humanos de Perú, expuso en base a su trayectoria política. Y la tercera intervención fue de Joaquín Eguiluz Ortega, coordinador ejecutivo de la Academia Líderes Católicos (Santiago), quien desarrolló un taller de Autoliderazgo.

Monseñor Jorge Vega indicó que esta formación se da en un tiempo bastante importante para la Diócesis de Valparaíso ya que estamos ad portas del Centenario y también es un tiempo en el que la sinodalidad la estamos trabajando muy fuerte y en esta sinodalidad el laico tiene un papel relevante y entre los laicos, los jóvenes están jugando un papel importante también”. Además, acerca del centenario de la diócesis adelantó: Queremos plantar una semilla que se vea plasmada en una obra de caridad, estamos reflexionando qué vamos a hacer, no queremos dejar solo una plaquita, queremos dejar una obra de caridad”.

Por su parte, Joaquín Eguiluz, sostuvo que “es fundamental que en estos tiempos que corren, tiempos convulsos, de mucha polarización política, de guerras, tener estos espacios donde veamos un liderazgo que sí se pueda ejercer de manera correcta, que sí se puede tener influencia en otras personas, y que los jóvenes puedan aprender de personajes, en mi charla mencionaba a San Juan Pablo II y al Cardenal Silva Henríquez, como ejemplos de hombres que pusieron su fe y su liderazgo al servicio de los más necesitados en la iglesia”. Además, reflexionó que el gran desafío que tenemos es llevar el Evangelio a los más necesitados y que eso no se nos olvide, para ello hay que llevar los valores del Evangelio a la actualidad”. Y finalizó destacando que “como decía Monseñor en su conferencia, no todas las diócesis tienen 100 años y eso también da gusto poder celebrarlo, estar alegres porque aquí se ha anunciado el Evangelio durante 100 años”.

Mientras que, Juan Pablo Faúndez, director de la Cátedra Internacional en Doctrina Social de la PUCV y académico de la Facultad Eclesiástica de Teología PUCV, agradeció la gran convocatoria. “Queremos agradecer a todos quienes están participando en esta primera Escuela de Líderes Católicos, en este curso de liderazgo para la transformación social y política, que es una muestra de la sinergia que se puede realizar entre nuestra diócesis, concretamente el obispado, con la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Cátedra Internacional Doctrina Social de la Iglesia y Dirección de Asuntos Internacionales, y al mismo tiempo con la Academia Internacional de Líderes Católicos”.Asimismo, explicó quenuestro obispo hace bastante tiempo, porque tiene conocimiento de la academia, de su expansión y de todo lo que ha realizado a nivel internacional, quería iniciar una escuela de líderes en la universidad entonces nosotros recogimos ese deseo y de allí en adelante llevamos a cabo esta articulación en donde están participando todos estos actores. Estamos al servicio de formar a los futuros líderes que saldrán de las aulas, y que queremos que no tengan solo conocimientos disciplinares específicos como Derecho o Ingeniería, sino que además tengan una formación y una sensibilidad en la Doctrina Social de la Iglesia que es aquella disciplina de nuestro Magisterio que es la que está encargada de formar precisamente en valores, el valor de la libertad, de la justicia, la caridad, la verdad, y los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, como dignidad de la persona humana, bien común, opción preferencial por los pobres, o sea, principios que hoy día nuestro país necesita para poder generar en las comunidades de distintas índoles todos estos elementos que nos permitan discernir sobre temas como el inicio de la vida humana, su mantención, el respeto por los pobres, el cuidado por los inmigrantes y ancianos”.

El diálogo entre el Evangelio, la justicia, los valores y los jóvenes

Marisol Pérez Tello, ex ministra de Justicia y Derechos Humanos de Perú y ex congresista del mismo país, reflexionó acerca de cómo conviven la justicia con la propuesta del Evangelio. “Yo creo que la ausencia de justicia te puede llevar a varias cosas, primero a un resentimiento muy profundo respecto a aquellas cosas que no están bien y que te afectan directamente o afectan a otros, después una indignación respecto a la evidencia de lo que la injusticia genera en la sociedad, y después la que me parece correcta es la acción para generar condiciones de igualdad y de justicia. La mayor percepción de desigualdad en mi país es el acceso a la justicia y en realidad no estamos hablando de la de los juicios emblemáticos, no, estamos hablando de la justicia de todos los días, la del trabajador con un abuso de una posición de dominio en el ámbito laboral, el juicio de alimentos, los temas de violencia intrafamiliar, es decir, la justicia que permite que las personas vivamos en sociedad y que supone que le des a cada quien lo suyo”.

Además, sostuvo que “la justicia también es un valor y dialoga porque necesitas solidaridad, por ejemplo, para que puedas entender que no todos hemos tenido las mismas oportunidades; necesitas compasión para que te pueda doler esa ausencia de oportunidades y no te genere ira ni resentimiento”. Y agregó: “Yo creo que esos son los valores que hay que poner en nuestra cotidianidad, la generosidad, la empatía, la solidaridad, el amor, la entrega, y eso conversa con la justicia porque dar cada quien lo que le corresponde, primero tiene que ver con entender que no todos tenemos lo que corresponde y lo que nos debería de tocar a todos al iniciar nuestra vida es un mínimo de estado de bienestar para poder acceder a la salud, a la educación y a partir de ahí desarrollar todos los potenciales que cada quien tiene, que no son los mismos. Pero cuando empiezas rezagado, cuando tu ruta está llena de vallas, no es muy sencillo decirles a todos “oigan vamos a dejar que se desarrolle todo nuestro potencial”. Necesitas que esos valores en la vida cotidiana impregnen la vida de la comunidad”.

En relación a los desafíos que tenemos los católicos hoy, la ex ministra se refirió: “Yo creo que hay uno, que es el más importante, que es el amor, porque cuando uno ve con ojos de amor o cuando uno escucha con ojos de amor es distinto. Uno escucha el llanto de su hijo y porque escucha con oídos de amor te llama, digamos, a proteger, a cuidar. Cuando ese amor lo usas para percibir no solamente a tu círculo inmediato, a tu zona segura, sino al mundo, al resto, al prójimo, nuestra sociedad puede ser mejor y a partir de eso va a venir todo lo demás, pero por eso es que hay que pensar desde el amor. Hay que volver al amor para recordar la capacidad de entregarnos al otro y de recibir del otro. Pero si uno tiene tanto miedo que se cierra para protegerse, ni da, ni recibe, y yo creo que nos hemos vuelto demasiado individualistas, creemos que somos capaces de satisfacer nuestras necesidades sin necesitar de nadie más y no es así, nos necesitamos mutuamente, permanentemente”.

Finalmente, en relación a los jóvenes, destacó que los jóvenes son las fuerzas morales, los jóvenes son la no complicidad con el pasado (para citar a Ingenieros), los jóvenes son alegría, impulso, fortaleza. Creo que como no han saltado todavía a las responsabilidades propias de la vida adulta, y a cargar con esas responsabilidades permanente, se toman la vida asumiendo riesgos, y hay que ser capaces de creer que pueden hacer las cosas, que son capaces de transformar algo. No creo que el tiempo de los jóvenes sea el futuro, creo que el tiempo de los jóvenes es el presente y tenemos que aprender a hacerles espacio, y si tenemos generosidad, hay espacio para todos, nadie sobra”. Además, indicó que desde la formación en liderazgo católico debemos ayudarlos a que puedan asumir el liderazgo, ejercerlo y que puedan hacerse responsables de ese liderazgo, convocando a otros jóvenes para que nuestras sociedades estén listas para los cambios que merecen y necesitan”.

Positiva respuesta

Macarena Fonsea, egresada de Duoc UC Sede Viña del Mar, agradeció la iniciativa. Me ha encantado el curso, estuve buscando no hace mucho tiempo un lugar donde poder aprender de una manera más profesional sobre la Iglesia, la fe, y me llamó mucho la atención el tema de la transformación social y política, creo que como católicos tenemos que hacernos espacio en la política y en la vida social de las personas acá en Chile así que estoy segura que va a servirme mucho a futuro, que voy a poder conocer muchas personas con experiencia y podré aprender de ellas”, expresó.

 “Me atrajo el tema de ver qué herramientas me pueden entregar para mi formación profesional como docente”, sostuvo Felipe Armijo, estudiante de la PUCV. Y agregó: “Como docente nosotros tenemos un rol político, ético y social, algo que este curso te va a entregar y enseñar con personas que ya tienen mucha experiencia, entonces sumar experiencia con gente que te entrega sus vivencias y te enseñan muchas más herramientas que te van a ayudar para el mundo profesional, me va a servir mucho no sólo para mi “yo”, sino también para poder construir algo con “nosotros” por decirlo así”.

Martín Olivares, de la Universidad de Valparaíso, destacó que “el módulo en el que estuve participando se me ha hecho una experiencia gratificante y obviamente me ha ayudado a discernir un poco lo que he vivido y en lo que estoy en el ámbito parroquial y eclesial. Decidí participar para poder fortalecer habilidades blandas, como estoy a cargo de grupos de jóvenes, quiero poder llegar a ellos y poder mantenerlos dentro de la fe católica”.

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