
Encuentros fueron encabezados por el coordinador diocesano del 1% y en ellos establecieron las pautas de trabajo para la campaña de renovación de compromiso que será en mayo.
La Pastoral de los Misioneros y las Misioneras del 1% llevó a cabo encuentros con sus agentes pastorales en Valparaíso, Quilpué y Quillota, durante la última semana de marzo. Las reuniones fueron encabezadas por Pablo Araya, encargado diocesano de Contribución a la Iglesia, y tuvieron por objetivo establecer las líneas de trabajo para la Campaña de Renovación de compromiso que se realizará en el mes de mayo. Además, desde la pastoral del 1% están trabajando en la presentación de personajes destacados del Centenario, recopilando testimonios y datos de misioneros y misioneras del 1% que ya han partido a la Casa del Padre y que en su quehacer pastoral dejaron una huella en la diócesis de Valparaíso.
Pablo Araya, encargado diocesano de la Pastoral de las Misioneras y Misioneros del 1%, destacó que “la diócesis está celebrando sus 100 años, no es cualquier fecha, entonces lo que pretendemos es activar el 1% y sobretodo dando una acción de gracias a toda la gente que ha colaborado a través del tiempo. Toca gente muy de cerca del 1% como la señora Olga Mercado, don Maximiliano Manríquez, personajes que conozco, que por muchos años han trabajado por la Iglesia”. Además, subrayó el rol fundamental de los párrocos para la vida de la pastoral del 1% en las comunidades, y, finalmente, aseguró que están trabajando para proponer a misioneras y misioneros del 1% como personajes destacados en estos 100 años de camino de la Iglesia de Valparaíso.
Por su parte, el Pbro. Mateo Umaña, párroco de la comunidad de Jesucristo Misionero de Reñaca Alto, explicó que acompañó a la coordinadora del 1% de su parroquia a la reunión que tuvo lugar en el Obispado de Valparaíso con el fin de “conocer más acerca de la importancia del 1% para la vida de la Iglesia, para la vida de la comunidad, y también para acompañar a las misioneras, que cumplen una labor importante”. En este sentido, aseguró que “siempre se ve el 1% como algo no tan importante, como pasado de lado, pero es parte fundamental desde el punto de vista práctico, logístico, de la vida de la parroquia, pero también desde el punto de vista pastoral, nosotros como comunidad, como feligreses, como consagrados, cómo nos hacemos cargo también de una manera concreta de nuestra contribución a la Iglesia, de la fe, de qué manera materialmente, económicamente podemos sostener a la Iglesia”.
Fresia Naranjo, de la parroquia Jesucristo Misionero, de Reñaca Alto, agradeció el entusiasmo y apoyo del párroco de su comunidad y reflexionó que “el desafío más grande es captar nuevos erogantes, además de que podamos seguir juntándonos y mantenernos unidos como misioneros del 1%, a pesar de ser de distintos lugares”. Asimismo, señaló que el apoyo del sacerdote influye notablemente en los contribuyentes.
Finalmente, Carmen Bahamondez, de la comunidad de Nuestra Señora de Lourdes, de Cerro Placeres, relató la experiencia en su parroquia. “Teníamos pocos contribuyentes, así que el Padre Esteban que llegó el año pasado hizo una campaña muy grande para invitar a los feligreses a ser contribuyentes y hemos tenido un buen resultado. Esperamos que este año sea mucho mejor”.
















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